En las estaciones de temperaturas altas es fundamental tener en el jardín un espacio con sombra y para eso es indispensable contar con plantas con el tamaño adecuado. Expertos en botánica indicaron qué árboles son ideales para que den mucha sombra y que a la vez no requieren demasiados cuidados en el día a día.
Seleccionar una especie adecuada puede resultar complicado: ciertos árboles tienen un crecimiento muy lento, otros desarrollan raíces invasivas capaces de dañar veredas o construcciones, y hay variedades que demandan mantenimiento constante, algo que no todos están dispuestos a asumir. Una de las opciones ideales sería el cerezo de racimos (Prunus padus).
El cerezo de racimos se destaca por su rusticidad y capacidad de adaptarse: soporta suelos variados, tanto la exposición directa al sol como la semisombra, y no exige grandes cuidados más allá de un riego controlado durante los primeros años y alguna poda esporádica. Una vez desarrollado, rara vez sufre plagas o enfermedades, lo que lo convierte en una alternativa práctica y segura.
En primavera se llena de flores blancas agrupadas, con un aroma distintivo que atrae abejas, polillas y otros visitantes útiles, favoreciendo la biodiversidad del entorno. Si bien sus frutos son oscuros, pequeños y no aptos para el consumo humano, sirven de alimento para diversas aves e insectos, cumpliendo una función ecológica importante.
Qué otras plantas son ideales para el verano
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Árbol del paraíso: crece rápido, resiste altas temperaturas y genera una copa amplia que brinda sombra densa. Ideal para patios o jardines grandes.
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Morera sin fruto: muy usada en veredas y patios porque da sombra fresca y no ensucia tanto. Tolera bien el sol directo y el calor intenso.
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Fresno: es robusto, de crecimiento relativamente rápido y su follaje genera sombra amplia. Aguanta bien el verano si tiene buen riego.
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Jacarandá: además de dar sombra con su copa abierta, florece en primavera y resiste calores fuertes cuando ya está establecido.
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Sauce llorón: perfecto para zonas amplias y húmedas. Sus ramas largas generan mucha sombra y refrescan el entorno.
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Tipa: árbol clásico en plazas y avenidas, con copa grande y muy buena sombra. Tolera bien el sol fuerte y el suelo urbano.
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Lapacho: además de sombra moderada, aporta flores en verano o primavera según la variedad y soporta climas cálidos.
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Ligustro arbóreo: puede podarse para formar copa y generar sombra en patios medianos. Se adapta bien al sol directo.
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Palmera pindó: si bien no da sombra densa, sus hojas largas generan áreas frescas y resisten muy bien el verano.
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Parra o enredadera de sombra: para pérgolas, galerías o paredes. Crecen rápido y permiten cubrir espacios donde no hay lugar para un árbol.