Los Eruca Sativa estrenaron su décimo disco, A Tres Días de la Tierra, y así volvieron al sonido visceral y power de sus inicios, con canciones cargadas de denuncias sociales en un contexto cada vez más deshumanizante a nivel mundial. En diálogo con El Destape Web, Lula Bertoldi, Brenda Martin y Gabriel Pedernera contaron cómo viven esta etapa de la banda, a 18 años de su comienzo, hablaron sobre la actualidad del país a nivel sociopolítico y reflexionaron ante las inequidades que enfrentaron y enfrentan por ser un grupo mayoritariamente femenino.
¿Cómo están viviendo esta etapa de Eruca, después del lanzamiento de A Tres Días de la Tierra?
Lula: Muy bien, con la alegría de estar charlando con un montón de gente sobre estas canciones, pero queremos empezar a tocarlas. Viste que mucho biri biri (risas), pero queremos que llegue el 12 de julio para empezar la gira en Obras. Así que ansiosos, hoy fue el primer día que estrenamos sala, ensayamos todo el show, re contentos.
¿Cómo fue el primer ensayo?
Lula: Prendido fuego.
Gabi: Re lindo, es música nueva. Más allá de que también nosotros tenemos como nuestro proceso discográfico de componer y escuchamos miles de veces las canciones, empezar a tocarlas es otra sensación, abre otra puerta que es muy linda. Se disfruta mucho.
¿Cómo fue el proceso de composición del disco?
Lula: Tuvo como muchas instancias. Empezamos en pandemia a hacer zapadas; cuando nos pudimos juntar a zapar en Romaphonic, ahí grabamos como dos días de tocar, tocar, tocar, y de ahí salieron ideas. Después, cada uno trajo temas terminados para arreglar con la banda. También nos juntamos en otras salas a hacer más zapadas y escribir sobre eso, como que tuvo distintos momentos en estos cinco años hasta que llegamos hace un año a mandarle todos esos tracks a Afo Verde y empezar un ida y vuelta con él para ver qué le parecía.
En julio del 2024 nos dijo “che, el disco es por acá. Vengan a grabarlo” y nos fuimos a Miami, donde vive él. Fue muy natural el proceso, no es que estuvimos corriendo por llegar a una fecha. Se pudo laburar con mucha naturalidad y con las ganas de decir lo que queríamos, con tiempo para preparar 14, 15 tracks. Teníamos ganas de hacer un disco de esta duración.
¿Cómo fue buscar una sonoridad para un disco después de 18 años y viniendo de un último disco de estudio -Seremos Primavera- muy diferente a los anteriores?
Brenda: Entremedio hicimos Dopelganga, un disco donde versionamos temas. Lo hicimos en formato muy sencillo de trío: nos metimos en el estudio a tocar sin posproducción. Fue un proceso muy similar al de este disco; como nos gustó lo que pasó ahí, fluyendo en power trío como al principio, cuando llegamos a este disco dijimos “vamos a hacer eso pero con temas nuestros”.
¿Las letras cómo fueron surgiendo?
Lula: Lamentablemente son todo lo que teníamos para decir en este disco. Más allá del tiempo y espacio, con cosas que vienen pasando y tienen que ver con injusticias o situaciones de la vida cotidiana que nos atraviesan desde hace un montón. Tiene que ver también con la humanidad y la forma en que está todo hoy. No es solo en Argentina lo que pasa, es lamentablemente actual, porque pasó un año, dos años, cinco años, y las cosas siguen siendo las mismas. Hay muchas letras que se terminaron en julio del año pasado en el estudio, si alguna estaba muy desactualizada se hubiera podido corregir, pero no, era todo súper actual.
Eruca siempre fue una banda visceral y transparente a la hora de transmitir lo que quieren. ¿Tuvieron en algún momento la presión de alguna discográfica o de la industria en relación a la música que tenían que hacer o nunca lo sintieron?
Brenda: No, de hecho, estamos con Sony desde 2012 y no entendemos por qué (risas). Porque no nos dicen nada, incluso nos apoyan muchísimo económicamente para grabar los discos o hacer los videos. Y realmente nunca nos han dicho más que “vamos, Eruca”. Siempre dentro de lo que nosotros proponemos. De hecho, para este disco trabajamos con Afo Verde, que trabaja con Sony desde hace muchos años, y el proceso creativo fue muy lindo, nos acompañó desde un lugar muy artístico. Todo el tiempo pensando en la sonoridad y realzar la identidad de la banda; nunca entró en la conversación el afuera o el público.
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Gabi: Sí, nunca existió esa charla, esa típica charla de película que te dicen “estaría buenísimo que hagan un reggaetón” (risas)
Brenda: Y por eso debe ser que no estamos llenando 50 Vélez, ¿no? (risas)
Tampoco les interesa.
Brenda: No, obvio. Nunca nos pasó de que nos ofrezcan ir por ahí y tampoco somos de esas bandas que llegan a esos lugares, del éxito y qué se yo. Es una banda muy natural, muy artístico todo.
Muchas canciones hablan del despertar de la gente, del pueblo, ante el poder que oprime. ¿Cómo ven a lo que pasa socialmente? ¿Creen que está ese despertar o no?
Brenda: Es muy personal pero siempre que trato de pensar en el futuro intento ser optimista y pienso que las cosas pueden cambiar de un día para el otro. Como decimos en una de las canciones, es invisible; es invisible el poder real, como dice Rita Segato, no puede ser observado. No podemos saber cómo es bien el juego que va por abajo, lo que sí podemos ver es quienes nos gobiernan, qué hacemos nosotros como ciudadanos, frente a qué empresa vamos a hacer una manifestación.
Creo que hay mucha gente que está despierta, pero no la mayoría, porque están hasta acá de laburo, pasando el día a día y cumpliendo con sus responsabilidades. Se te va ajustando el bolsillo y no podés tener más energía que para pensar en cómo sobrevivir vos y me parece que la triste realidad es que a nivel mundo eso está pasando muchísimo. Somos pocos los privilegiados de poder dedicarnos a lo que nos gusta y mirar y decir “che, esto no está bien. Acá no hay justicia social”. Tratamos de estar atentos y atentas e invitar a las personas a reflexionar y salirnos de la data ya procesada y masticada.
En cuanto a los recortes en cultura por parte del gobierno nacional, ¿qué tienen para decir?
Lula: Más allá de las decisiones económicas de este gobierno -que me parecen horribles, pero son de última decisiones económicas-, creo que el discurso de odio hacia los artistas es lo choto, el odio hacia los que trabajan en el sector público, de que son todos ñoquis, todos son kukas, todos los que no piensan como ellos son de izquierda, son el enemigo. Me parece chotísimo mal, me parece una cosa nefasta y me parece perverso porque en el fondo van construyendo un personaje que es el famoso enemigo interno que tanto tememos, de ese personaje que creó el nazismo: un enemigo que es una persona con una elección ideológica o de vida que es distinta a la tuya y hay que eliminarlo. Eso es lo nefasto.
Lo dicen con esas palabras, yo no estoy diciendo nada nuevo. No estoy descubriendo un mensaje encriptado, lo dicen por Twitter, que son 200 caracteres y el Presidente lo retuitea.
Gabi: Lo de eliminar ya excede a la ideología. Al jubilado hay que eliminarlo porque no nos sirve, al médico del Garrahan también. Ya es como un nivel...
Lula: Y todo lo que se oponga a lo obtuso del pensamiento del Presidente hay que eliminarlo. Ayer hubo un preso político (Juan Grabois) a los ojos de todos. Dicho por el jefe de la Policía Federal: "Es una orden directa del Presidente". Es el poder ejecutivo pasando por encima del judicial. ¿Dónde se vio eso en un sistema como el nuestro, que se supone que es democrático y tiene poderes divididos?
Gabi: Ya es como una cosa de ataque y violencia permanente es que insostenible
Brenda: Te agotan. Pero bueno, sabemos que tenemos que estar unidos y no sé qué tiene que pasar para frenar esto. Creo que en Argentina somos la mayoría las personas que pensamos distinto al oficialismo.
En cuanto al panorama artístico, el musical particularmente, ¿cómo ven a los posicionamientos con respecto a esto? Ahora hay toda una cuestión de quién se posiciona, quién no, quién es tibio.
Brenda: Para mí tiene que haber de todo. Cuando dicen "no, pero no dicen anda" y bueno, cada uno sabrá qué quiere hacer. No le podemos exigir a todo el mundo que esté todo el día opinando de todo. Para mí es bueno, para nosotros es bueno y por eso lo hacemos. Pero si un artista no se siente cómodo en ese lugar porque no se anima o porque no se informa o porque no le conviene, no lo sigas y ya. Tiene que haber una apertura en eso. Ahora, un artista que esté alentado al odio o a la discriminación, ahí sí te puedo decir con nombre: tipo "tan banda me parece nefasta".
¿Siempre estuvieron interpelados por lo social, desde antes de Eruca?
Brenda: Yo sí, puede ser por el contexto en el que uno se cría y todo eso. Creo que la música que escuché de chica puede tener mucho que ver: mis tías escuchaban Silvio Rodríguez, Charly, siempre prestándole atención a las letras como una invitación.
Gabi: Yo con mis viejos escuchaba música y ellos me contaban cómo fue vivir la época que les tocó vivir. Entonces entendía que tal canción hablaba de esto porque era lo que se vivía en ese momento.
Son una banda mayoritariamente femenina, ¿notaron algún cambio en la recepción de la banda en ese sentido a lo largo de tiempo? Tanto a nivel del público como de la industria.
Lula: Es cierto que ha ido cambiando mucho el panorama, por suerte hay más mujeres aunque faltan un montón. Sí sentimos que eso cambió y que se están abriendo más puertas en lugares que estaban totalmente poblados por hombres, ahora hay una presencia tímidamente femenina. No es que “wow, cuántas mujeres hay”. A pesar de eso sí sentimos que hay un techo invisible para las mujeres en la industria. A veces invisible y a veces no tan invisible.
Brenda: Para nosotras, partiendo de la base de que nos podemos equivocar con este análisis porque es subjetivo, pero nosotros ponemos nuestros discos y están buenísimos; una banda de chabones con esos discos no sé los lugares que llenaría. Nosotras sentimos que hemos tenido un techo, pobre Gabi que se quedó con nosotras (risas). En realidad me lo hizo ver una de mis hermanas: yo sentía que nos iba lo mejor que nos podía ir y un día, hace dos años, ella me dice “che, estuve en el Quilmes Rock todo el día hoy. ¿Cómo ustedes no estuvieron en el escenario principal? Me harté de ver bandas horribles en el principal y, cuando fui a ver el show de ustedes, me volaron la cabeza, la banda está buenísima. Eso es porque son mujeres”. Desde ahí lo empecé a ver distinto.
También el otro día charlábamos con Lula que no le hemos dado de comer a la industria desde el lado que nunca nos vestimos ni sexys, ni provocativas, ni hemos hecho cosas que se esperan de una mujer en un escenario. Salimos a tocar rock vestidas como se nos cantó, siempre.
Lula: Y encima somos feministas, aborteras (risas).