A los 82 años, Zamba Quipildor se despidió de los escenarios el pasado domingo por la noche con la última interpretación de la Misa Criolla en el Palacio Libertad. Con más de 60 años de trayectoria, el legendario cantor estuvo acompañado por el Chaqueño Palavecino, Jairo y Sandra Mihanovich, entre muchos grandes artistas.
“Estoy contento y triste a la vez. Contento por compartir con estos amigos y con el público, y triste porque es una despedida. Son 60 años cantando y la garganta tiene un límite. Quiero despedirme con la voz impecable, que la gente se lleve una buena imagen”, explicó en diálogo con Cadena 3.
Además de Jairo, El Chaqueño, Mihanovich, acompañaron al legendario cantor sobre el escenario del Palacio Libertad, Carlos Di Fulvio, Tomás Lipán, las Hermanas Vera, Adelina Villanueva y el Coro Nacional de Música Argentina. Se tratan de artistas con los que ya compartió experiencias y shows.
Quipildor remarcó que la despedida no significa que se aleje por completo de la música. “Voy a seguir cantando con amigos, en peñas, sin giras interminables. Mi agradecimiento es total al pueblo argentino", manifestó sobre el público. Ahora, el artista tendrá más tiempo para dedicarle a su numerosa familia compuesta por ocho hijos, treinta y cuatro nietos y catorce bisnietos.
Zamba Quipildor: seis décadas de puro folklore
Gregorio Nacianceno Quipildor recorrió el mundo con Misa Criolla, la obra musical compuesta por Ariel Ramírez en 1974, que lo llevó presentarse en teatros líricos y escenarios de diferentes continentes. Su vínculo con la obra se prolongó durante décadas y por eso decidió ponerle fin a sus giras con ella.
Nacido en La Esperanza, Jujuy, el cantante y guitarrista comenzó su carrera profesional en 1969 y luego se radicó en Buenos Aires. Cuando Ariel Ramírez lo escuchó por primera vez decidió sumarlo como solista para su Misa Criolla, originalmente escrita para dos voces.
Así, Quipildor debutó en 1975 en el Festival Internacional de Música de Sorrento, la gira tuvo diferentes ciudades de Italia junto al Coro Madrigalista de Bucarest y hasta cerró con una presentación en la Basílica de Santa Sabina en Roma, ante dos mil espectadores. Desde ese momento, el artista encaró una gran trayectoria con presentaciones en América, Europa y Asia.
