Sebastiano Mauri, el escritor que viajó al Amazonas y tomó Ayahuasca: "Es como hacer 10 años de terapia en un fin de semana"

El escritor ítalo-argentino Sebastiano Mauri publicó La Nueva Tierra, una novela en la que combina humor y un viaje por la identidad de "un macho en deconstrucción" y se interna en los secretos de las ceremonias de Ayahuasca.

27 de junio, 2025 | 17.45

El escritor ítalo-argentino Sebastiano Mauri publicó La Nueva Tierra (Adriana Hidalgo Editora), una novela que combina humor y espiritualidad y se sitúa en la historia de un "macho en deconstrucción" que viaja al Amazonas y se inicia en las ceremonias de Ayahuasca para curar su herida con su lado femenino. Con buen pulso narrativo, Mauri busca describir lo complejo e intangible de una experiencia de apertura espiritual, a partir de la ingesta del citado brebaje psicoactivo, y lo entrelaza con una tierna historia de vínculos e identidad homosexual del protagonista. En diálogo con El Destape, Sebastiano Mauri adelanta su nuevo lanzamiento y ahonda en los aprendizajes que le dejó esta aventura por la selva de Sudamérica.

Escribiste La Nueva Tierra a partir de tu propio viaje chamánico. Me gustaría que hablemos de eso, ¿en qué contexto llegás a ese mundo?

Fue en el 2014, hace 11 años, cuando una prima que ya no está más y se llamó Leonor Caraballo fue diagnosticada con cáncer. Ella trató de curarse con la medicina hasta que no le dieron más esperanza y escuchó hablar de las propiedades curativas de la ayahuasca. Así fue que viajó al Amazonas en Perú, cerca de Iquitos, para sanar con el pueblo shipibo-conibo y ahí el mensaje fue muy claro: era tarde y no la podían curar de la enfermedad, pero sí podían ofrecerle una cura para el miedo a la muerte y hacerle ver que el viaje continua. 

Mi amiga decidió que su último proyecto de vida iba a ser una película sobre el tema y yo fui hasta el Amazonas durante el rodaje. Y como no trabajaba en la película de manera oficial, era el único que podía participar de las ceremonias que se hacían por la noche. Iba completamente impreparado, sabía muy poco del mundo de la Ayahuasca y de la dieta que había que hacer antes y que prácticamente no hice. La verdad es que fue un cambio muy transformador desde el principio, me abrió realmente a otro mundo, a otra visión y cada ceremonia es como una lección. 

Portada de La Nueva Tierra, de Sebastiano Mauri.

¿Cuál fue tu aprendizaje en tu experiencia con la Ayahuasca?

- Ninguna ceremonia es igual a la otra: te puede tocar ir a luchar contra tu dragón más terrorífico o estar flotando entre las estrellas en un bienestar completo, podés afrontar un trauma específico o incluso vivir tu propia muerte. Después de cada ceremonia podés haber estado en el paraíso o el infierno, y a veces para curarte necesitás ir hasta el infierno. En mi caso, sentí que había encontrado un espejo que me mostró una realidad que no estaba queriendo ver y a la cual no le estaba dando bola. No siempre es lindo lo que ves, pero te acerca a tu propia cura.

Por lo que escucho, te abriste a tu costado más espiritual. Y no es algo sencillo…

- No, sobre todo si no estás preparado. Venimos de una cultura muy newtoniana, mecanicista y poco espiritual. Asociamos esa palabra a la tradición católica y a la Iglesia y la familia, cuando lo que proponen estas ceremonias es una visión más budista. No buscás a Dios sino a tu estado interior de paz y autoconocimiento. Para ellos, nuestras máquinas son nuestros cuerpos y son todos distintos, pero lo que está en el interior -el alma- es igual para todos.

Perfil de Sebastiano Mauri (Gentileza Sebastiano Mauri).

"Crecí muy agnóstico y creía que Jesucristo era un Papá Noel para grandes"

Y previo al viaje de Ayahuasca en el Amazonas, ¿eras una persona con estos intereses místicos?

- Bueno, eso para mí es un poco más complicado. Yo crecí sin mucha educación religiosa. En Italia tenías que ir sí o sí a clase de religión una vez por semana, pero también tenías el deber de salir de ese mundo…. A los 7 años les insistí mucho a mis padres para que me sacaran de esa clase, porque no creía una palabra y sufría mucho con la idea de la muerte, porque creía que era un estado definitivo. Además, sentía que todos los cuentos que nos daban estaban escritos como la historia de Papá Noel -mis padres me enseñaron de chico que no existe- para engañar a la gente. Creía que Jesucristo era un Papá Noel para grandes.

Entonces, crecí naturalmente muy agnóstico. Pero al mismo tiempo que pasaba esto mi padre era médium y hacía sesiones espiritistas en casa. Y ahí vi de todo: objetos que volaban, espíritus que hacían volar mesas…

Sebastiano Mauri y una serpiente en el Amazonas (Gentileza Sebastiano Mauri).

La Nueva Tierra es también una novela sobre el abrazo al lado femenino que tienen todos los varones que aparentan ser “machos” y no se animan a salir de esa estructura. Me pareció curioso eso. Entre gays, por ejemplo, están completamente normalizadas las categorías. Si salís de los moldes, sos raro…

- Absolutamente. Estamos atravesando un momento en los que las personas son listados de características. En el caso del personaje de la novela llega al Amazonas con un trabajo en el cual estaba totalmente estancado, una relación que ya no estaba funcionando y cargaba una herida de masculinidad tóxica, ya que de niño estaba acostumbrado a matar su lado femenino.

Volviendo a tu pregunta, creo que hay una pirámide social terrible. Todo lo que supuestamente aceptamos en las paradas del Pride no lo ponemos en práctica en aplicaciones como Grindr (hace referencia a una app de citas y encuentros sexuales para personas LGBTIQ+) y estamos inmersos en la “cultura del no”: no asian, no black, no fat, no skinny, no old (no asiáticos, no negros, no gordos, no flacos, no viejos, en su traducción). El tope de esta pirámide social escondida es el masculino activo, blanco y gay que parece heterosexual. Si te quedás en los márgenes, te miran mal. Pienso que sería lindo aprender a relacionarse sin todo eso, yo soy de otra generación y si querías levantarte a alguien, tenías que ir a un bar.

La última. ¿Recomendás las ceremonias de Ayahuasca?

Depende. Es algo que está muy de moda en todos lados, pero hay gente que lo único que hace es comprarse un poncho, hacer un par de experiencias y después te da una ceremonia y no es así…. Es muy importante que la medicina sea de buena calidad y que la persona tenga experiencia. Tradicionalmente, en el Amazonas después de 8 años de formación podés dar una ceremonia. Hecho bien, es muy sanador. Es como hacer 10 años de terapia en un fin de semana.

La Nueva Tierra, publicado por Adriana Hidalgo Editora puede conseguirse en librerías.