'El Mañana' ya llegó: Felipe Chantada presenta su disco debut y redefine el rock emergente

Felipe Chantada debuta con El Mañana, un álbum conceptual e introspectivo que marca su entrada prometedora en la nueva escena del rock argentino.

27 de mayo, 2025 | 21.26

Con tan solo 20 años, Felipe Chantada se abre paso en la escena emergente con una propuesta que sorprende por su profundidad y madurez. Oriundo de Buenos Aires, el joven músico y compositor acaba de lanzar El Mañana, su álbum debut, una obra conceptual de nueve canciones que explora climas emocionales y sonoros con una sensibilidad notable.

El Mañana condensa influencias que van desde el indie rock local —como Usted Señalemelo o Él Mató a un Policía Motorizado— hasta referentes internacionales como Tame Impala y Men I Trust. Sin embargo, Felipe logra dar con un sonido propio, íntimo y experimental, que escapa a cualquier fórmula. Acompañado por un equipo de primer nivel —con producción artística de Tomás Justo (Onda Vaga), baterías de Guillermo Salort (Conociendo Rusia) y mastering de Dylan Lerner—, el disco se perfila como una de las apuestas más sólidas del año dentro del circuito independiente.

Este es tu primer disco, trabajaste con Tomás Justo, de Onda Vaga ¿Cómo se dio esa conexión?

-Sí, con Tomi. Arranqué tomando clases de guitarra a fines de 2020, cuando empezaba a liberarse un poco la pandemia. Yo tocaba el piano desde chico, pero tenía muchas ganas de aprender guitarra. Sabía que las clases virtuales no me iban a funcionar tanto. A Tomi lo conocía por vínculos familiares y lo admiraba un montón. En realidad, él no daba clases, pero me mandé el lance y le pregunté. Me dijo que sí, por suerte.

Después de a poco empezamos con algo más de composición, de grabar y probar cosas. Yo tenía 16 o 17 años. Fueron dos años de ir probando, lanzándome a componer y cantar. En 2022 me empezaron a dar muchas ganas de hacer un disco, tenía mis primeras ideas, y ya no tomaba clases con él. Lo fui a buscar y le dije: "Quiero hacer un disco, y me encantaría que vos lo produzcas". Y se copó.

¿Y cómo fue ese proceso de composición y producción?

-Fue muy particular. Yo componía mucho en casa, pero también compusimos mucho en el estudio. Estuvo buenísimo porque se dio desde el ensayo y el error. Tomi me conoce, sabe que soy más chico, pero siempre tuvo la capacidad de decirme "esto no va por acá", y yo aprendí un montón de producción y composición con él. Yo soy muy de meter muchos instrumentos, de rellenar, y él me decía "che, esto es mucho" (se ríe). Siento que sin su toque, el disco no sería el mismo. Hay mucho de él en el álbum, mucha influencia.

También trabajaste con músicos muy grosos, como Guille Salort y Dylan Lerner.

-Sí. Él (Tomás) me conectó con Guille y con Dylan. Lo de Guille fue muy zarpado. Yo lo había ido a ver tocar con El Ruso (Conociendo Rusia) y lo tenía como de vista. Nunca le había visto bien la cara, y lo conocí el día que me abrió la puerta de su casa. Fue un flash. Le dio al disco un toque muy especial. Reinventó toda la parte de batería. Fue un privilegio que toque en el álbum. La verdad que este Dream Team fue una locura para ser mi primer disco.

¿Por qué se llama 'El Mañana'?

-Porque un día, después de tener ya siete u ocho canciones del disco compuestas, escribí una melodía al piano que no sé por qué me salió decir "esto se llama El mañana". Y dije "así se va a llamar el disco". Después esa canción ni siquiera quedó en el álbum (se ríe). Pero le encontré un resignificado. Cada canción trata sobre temas que me invadían la cabeza en ese momento.

Por ejemplo, 'Pájaro volando' habla del insomnio, algo que me pasó mientras componía todo el disco. Se llama así porque me pasaba que no podía dormir y escuchaba los pájaros. En 'Revolución', hablo de querer formar parte de algo, no una revolución literal, sino algo generacional. Siento que El mañana resume ese intento de mirar hacia adelante, de superar cosas y dejar de vivir tanto en el pasado.

Recién hablabas de tu generación. Tenés 20 años, y da la sensación de que el rock volvió a aparecer fuerte entre los más jóvenes. ¿Cómo lo ves vos?

-Sí, creo que es así. Yo tuve mi época urbana también. Cuando tenía 12 o 13, estaba explotando el trap, y me pasó a mí y a todos mis amigos. Fue lindo formar parte de eso como oyente. Pero siempre tuve una melomanía bastante marcada, y me acuerdo que en esa época había como una división: las generaciones más grandes odiaban el trap, y los pibes no escuchaban rock.

Sentía que había una brecha muy grande, como si el rock ya no existiera más. Pero con el tiempo, mi generación empezó a redescubrir artistas viejos, y eso generó nuevas bandas que se inspiran en esa tradición. Hoy escucho muchas más bandas nuevas de rock que urbanas, incluso más que bandas viejas. Está buenísimo que el rock no se haya perdido, sobre todo en Argentina, que es tan fuerte, y que tenga nuevas caras.

¿Tenés canciones que quedaron afuera del disco? ¿Qué pensás hacer con ese material? ¿Estás componiendo cosas nuevas?

-Sí, tengo varias que quedaron afuera. Algunas incluso grabadas con Guille Salort que no metí en el disco. Pero no sé si las metería en otro álbum porque siento que El mañana representa una etapa muy concreta de mi vida. Ahora quiero disfrutar de compartir esto con la gente, pero ya tengo ganas de hacer nuevo material y llevarlo a otro lado. No quiero repetir fórmulas, quiero experimentar, quizás siempre dentro del rock y el pop, pero probar cosas nuevas.

¿Vas a presentar 'El Mañana' en vivo?

-En estos días vamos a tener novedades. La idea es tocar mucho, presentar el disco pronto, y si se puede girar, sería genial. También queremos armar una buena presentación con fecha propia.