Kapanga hizo una declaración de principios y la cumplió al pie de la letra. La banda nacida en Quilmes en 1995 celebró su 30 años el último viernes con un recital en Obras, que a pesar del intenso calor, tuvo miles de personas saltando, cantando y festejando al ritmo del ska, el cuarteto y el rock.
Pasadas las 21.30, las luces se apagaron y a modo de introducción tomaron la falsa, pero efectiva frase atribuida a San Martín para anticipar lo que vendría: “Seamos felices, cantemos juntos, que lo demás no importa nada”. Y de inmediato comenzó a sonar Me mata.
Además de los hits conocidos por todo, la banda en la primera parte de la lista incluyo canciones que fueron valoradas por sus fanáticos más fieles como X2 La caravana, Elvis y Amor pulpo, todos del disco Un asado en Abbey Road.
Invitados, torta de cumpleaños y agradecimientos
Como todo festejo especial, los invitados no podían faltar. Y tras el lanzamiento de la nueva versión de Desearía con Bandalos Chinos, Goyo e Iñaki se subieron al escenario para hacer el ya clásico que forma parte del álbum ¡Esta!
Más cerca del final, hizo su aparición Milo J para cantar No me sueltes. Y luego de agradecerle su presencia, el Mono contó que el joven cantante, una de las más importantes apariciones en la música nacional de los últimos años, escuchaba Kapanga desde que estaba en la panza de la mamá.
Otra cosa que no podía faltar era la torta de cumpleaños, que al hacer su ingreso, desató aplausos y el canto masivo del “Feliz cumpleaños” de parte de las casi 5 mil personas que llenaron el templo del rock.
Luego, el “Mono” aprovechó la ocasión para agradecerle a los médicos que le salvaron la vida luego del infarto que sufrió después de un show en 2024. “Nadie me creía que me sentía mal. Me creyó un electrocardiograma”, dijo el cantante con su clásico humor. También Maikel aprovechó para agradecerle a los doctores que lo trataron por un delicado problema de salud que lo alejó de los escenarios por un tiempo en 2023. “Esta nos vamos a morir”, cerró el “Mono”.
De hecho, antes de despedirse y agradecerle a los espectadores por hacer posible la fiesta, el "Mono" destacó que hace dos años querían tocar en Obras y recién este año pudieron llevarlo a cabo el ansiado recital.
La familia kapanguera
Otros de los invitados especiales de la velada fueron los hijos de los músicos. Ernestina De Luna Campos, hija de Maikel, subió con su guitarra para acompañarlos en una de las canciones y lo mismo pasó con Tobías Fabio, hijo del “Mono” e integrante de Los Tabaleros, para sumar su viola a Miro de atrás. Lo mismo pasó con Bianca Maffia; la hija del baterista, que se sumó al grupo para cantar En el camino.
Pero la banda también destacó la presencia de aquellos fans, que los siguen hace más de 30 años, incluso cuando el protogrupo se llamaba Kapanga y Los Yacarés, y ya forman parte de la "familia". Como por ejemplo, Aldana Ríos, la madre de Milo J que disfrutó del show de una de las plateas y pudo ver como su hijo, el mismo que estaba en su panza cuando usaba una remera de Kapanga cada vez que iba a verlos, cantó con sus ídolos.
A lo largo de las dos horas que duró el show, Kapanga repasó casi su discografía completa (Solo faltaron temas de Crece y Motormúsica) e hizo lo que habían anticipado: una fiesta popular para celebrar sus 30 años de perlas.
