Representó a Argentina: Hernán Caraballo, el músico que ganó un festival internacional con una canción de Víctor Heredia

El artista Hernán Caraballo participó del un concurso de cantores en Portugal y se llevó el primer puesto tras interpretar una canción de Víctor Heredia. Cómo fue la odisea de viajar hasta territorio europeo y de qué manera vivió el momento donde escuchó que Argentina había ganado el evento.

16 de julio, 2025 | 21.18

Hernán Caraballo es el nombre que resonó en el festival "Chuva De Estrelas Do Uro" en la ciudad de Peso Da Régua, Portugal. El artista, oriundo de la localidad de Bolívar, provincia de Buenos Aires, se presentó el pasado 12 de julio y fue el único representante de Argentina en el evento donde terminó llevándose el primer puesto tras interpretar la canción Razón de vivir de Víctor Heredia, llevando el folklore a ámbitos internacionales. En diálogo con El Destape, expuso la alegría que fue haber ganado y relató las vivencias que tuvo desde que se fue de su pueblo hasta presentarse en el distrito portugués. Y no solo eso: ahora dirá presente en otro festival, pero en Kirguistán, país ubicado en Asia central, para cantar Piedra y camino de Atahualpa Yupanqui.

En un rincón de Portugal, entre artistas de todo el mundo, un músico argentino llevó el folklore a lo más alto. Hernán Caraballo representó al país en un festival internacional con una interpretación profunda de Razón de vivir, la misma canción que había elegido para poder ingresar a la edición 2025 de La Voz Argentina, donde no quedó. La gala, que reunió exponentes de naciones tan diversas como Lituania, Chipre, Filipinas, entre otras, se convirtió en una postal inolvidable para quien llegó con la premisa de compartir y terminó volviendo a casa con el premio mayor. “Estaba en otro mundo, mirando todo, la gente... la verdad que no estaba ahí. Fue una sorpresa muy grande que todavía no caigo. Imagínate el cuelgue que tenía que me estaban esperando para que cante de vuelta la canción y no sabía si tenía que cantar otra distinta, un pedacito... Me había quedado con ganas de hacer un show completo. Lo disfruté muchísimo, fue muy sorprendente”, reflexionó, todavía asimilando la intensidad del momento. El músico viajó con Laura Neira, su coach desde hace diez años.

El festival fue una experiencia integral: tres días de convivencia con artistas internacionales, música compartida y una organización que puso todo a disposición de los participantes. Los días previos estuvo en España y tuvo la posibilidad de reunirse con conocidos suyos con el objetivo de aclimatarse en tiempo y espacio previo a su presentación. Como si fuera poco, descubrió que a escasos metros de su hospedaje estaba La Casa de la Música de Oporto, un ícono cultural que le ofreció, sin buscarlo, una especie de familiaridad en territorio ajeno. "Mi ventana daba prácticamente a donde estaban haciendo los conciertos", comentó 

Caraballo, único con guitarra en mano, fue el alma de varias guitarreadas espontáneas que terminaron uniendo voces y culturas junto con el resto de los participantes. La producción fue de primer nivel y eso permitió que los artistas brillaran sin distracciones. Además, su interpretación conmovió tanto que incluso el público coreó el estribillo de la canción, por lo que se generó una conexión inesperada con lo más hondo de la identidad argentina. "La gente lo terminó cantando. Me repetían 'razón de vivir, razón de vivir', y tiraban el corito primero. Re loco. Muy emotivo", recordó. Producto del triunfo en el concurso, en 2026 volverá, pero como jurado. 

Aunque el premio fue una sorpresa, Caraballo no perdió de vista los desafíos que implica sostener una carrera independiente: tuvo que organizar rifas para costear los pasajes y señaló la falta de apoyo del Estado en estos aspectos. Sin embargo, rescató la fuerza del afecto colectivo, la solidaridad vecinal y el orgullo de haber llevado la música nacional a nuevos escenarios. La experiencia no solo lo marcó a nivel artístico, sino que reforzó su deseo de compartir lo aprendido con sus 40 alumnos en Bolívar y con quienes creen que el folklore sigue siendo un canal profundo de expresión y pertenencia. "Son un montón de cosas, de reflexiones, de tanto esfuerzo. Y a veces ese mismo esfuerzo hay que hacerlo en otro lado o en el lugar correcto porque las cosas allá -en Argentina- no están dadas. Cuesta muchísimo", precisó.