Final explicado de "Incontrolables" (Wayward), la serie de Netflix

“Incontrolables”: una serie que expone el lado oscuro de “la rehabilitación juvenil” y deja reflexiones abiertas.

06 de octubre, 2025 | 08.48

La nueva miniserie Incontrolables (de título original Wayward), estrenada en Netflix, sigue a Alex Dempsey, un policía recién trasladado a la bucólica localidad de Tall Pines, junto con su esposa embarazada Laura. En ese pueblo funciona una institución para adolescentes con problemas dirigida por Evelyn Wade (interpretada por Toni Collette). Tall Pines y su academia parecen funcionar con la misión benévola de “reeducar” jóvenes conflictivos, pero pronto se revela que esconden secretos oscuros, manipulación psicológica, experimentos con drogas y una estructura casi sectaria.

Durante los ocho episodios la tensión crece: estudiantes como Abbie y Leila viven castigos, rituales y recuerdos inducidos; Alex investiga, descubre irregularidades en el centro y en la historia personal de Laura (quien fue alumna antaño). Evelyn ejerce un control absoluto sobre los habitantes del pueblo: prohíbe que tengan hijos, domina la narrativa colectiva y “graduados” del centro terminan siendo parte del sistema.

El final de "Incontrolables": escape, traición y nuevo ciclo de poder

En el episodio final, titulado “Salto”, los personajes principales ejecutan su plan de huida mientras Evelyn intenta aferrarse al poder. Abbie, con ayuda de Alex, escapa físicamente del complejo. Leila, en cambio, decide quedarse: convencida por las manipulaciones mentales de Evelyn, cree que no tiene lugar en el mundo exterior.

Evelyn, al ver que está perdiendo el control, secuestra a Alex y lo envenena con la misma sustancia usada en sus experimentos: una droga derivada de ranas que permite manipular la mente. Pero Rabbit, su mano derecha, traiciona a Evelyn y ayuda a Alex a liberarse. En el enfrentamiento final, Alex inyecta a Evelyn una dosis mucho más potente de esa sustancia, dejándola en estado catatónico, pero se establece si muere o queda incapacitada.

Escena de "Incontrolables".

El cierre deja abierta la puerta a múltiples lecturas: Alex y Laura llegan justo cuando ella da a luz, pero el panorama que se encuentra es perturbador: buena parte del pueblo parece celebrar al bebé como una propiedad colectiva, intercambiándolo simbólicamente entre los vecinos. En lugar de huir, Alex decide quedarse: se sugiere que su deseo de apelar a la idea de una familia “normal” precipita su decisión, incluso en contra de su brújula moral. Laura, además, asume el liderazgo del culto o comunidad que Evelyn deja vacante, dando a entender que aunque el rostro del poder cambia, el patrón de control podría renovarse bajo una nueva figura.

Interpretación del final de "Incontrolables"

El cierre de la miniserie de Netflix se define por su ambigüedad. Evelyn no muere con seguridad; Alex se queda, contradiciendo las expectativas de huida; Leila permanece en el sistema que la traumatiza, y Abbie representa la posibilidad de escape.

Según los análisis, lo que pudo parecer un final feliz (el nacimiento del hijo, la salida de Abbie) es, en muchos sentidos, un espejismo: lo que se derrumba no es tanto la estructura de poder como el velo que la cubría. El ciclo de manipulación puede resurgir con Laura en lugar de Evelyn. La serie reflexiona sobre cómo las heridas del trauma, la necesidad de pertenencia y los sistemas coercitivos pueden perpetuarse más allá de la caída de un líder.