Netflix sigue sumando títulos que conquistan a quienes están del otro lado de la pantalla, y Mala influencia no es la excepción. Esta película española, dirigida por Chlóe Wallace, llegó al catálogo y rápidamente se posicionó entre las más vistas, sobre todo por su atrapante combinación de drama juvenil, romance y suspenso.
Basada en la novela homónima de la autora valenciana anónima Teenspirit, el film plantea una historia cargada de adrenalina, pasiones y secretos familiares. Pero si hay algo que dejó a todos los espectadores hablando fue su final: abierto, emotivo y con más de una revelación inesperada.
Final explicado de "Mala influencia", la película de Netflix
El final de Mala influencia ofrece las respuestas que el espectador fue acumulando durante todo el film. ¿Quién estaba detrás de las amenazas a Reese? ¿Qué papel jugaba Eros realmente en la historia? Y, sobre todo, ¿por qué el padre de Reese, Bruce Russell, parecía tener tanto interés en el joven guardaespaldas?
La historia culmina con una revelación clave: la acosadora de Reese era nada menos que Peyton, amiga cercana del entorno de Eros, quien se infiltró en la escuela de la joven para ejecutar un plan de venganza cuidadosamente elaborado. Sus motivaciones tienen raíces profundas: tanto sus padres como los de Eros murieron en un incendio en el restaurante del empresario Bruce Russell, quien los explotaba laboralmente y no garantizaba condiciones mínimas de seguridad. Esa tragedia no solo marcó el pasado de ambos personajes, sino que conectó sus destinos de forma inevitable.
Durante la fiesta de cumpleaños de Reese, el peligro se vuelve tangible cuando el acosador lanza una amenaza directa a través de la ventana. La tensión escala hasta que Eros, en su búsqueda por proteger a Reese, descubre una fotografía comprometedora en la oficina de Bruce: en ella aparecen sus padres junto al empresario. Bruce intenta minimizar el vínculo, pero Peyton pronto confirma todo. Enfrentada por Eros, lo deja inconsciente y, ante la aparición de Reese y su padre, revela su historia y su sed de justicia.
En un giro trágico, la confrontación termina con Peyton disparando contra Bruce, quien muere producto del ataque. Reese sobrevive, y pese al trauma, logra cumplir su sueño: es aceptada en una reconocida compañía de ballet. Eros, por su parte, se queda a su lado, cerrando el ciclo de dolor con una decisión de amor.
El final, lejos de ser simplemente trágico, deja espacio para la esperanza. Reese y Eros encuentran un camino juntos, marcado por la superación de sus propios entornos familiares disfuncionales. La caída de Bruce Russell, símbolo del poder impune, representa también el fin de una era de silencios y secretos.