Final explicado de "La favorita", la película de gran éxito

“La Favorita”: el juego del poder y la manipulación en un escenario de la realeza, según Yorgos Lanthimos.

13 de noviembre, 2025 | 11.38

La película La Favorita, dirigida por el griego Yorgos Lanthimos y estrenada en 2018, es una de las obras más aclamadas del cine contemporáneo. Con un tono ácido, humor negro y una estética barroca impecable, la historia ofrece una mirada cínica sobre la ambición, la lealtad y el poder femenino dentro de la corte británica del siglo XVIII.

La historia se sitúa en la Inglaterra de la reina Ana (interpretada por Olivia Colman), una monarca frágil, enferma y emocionalmente inestable. A su lado gobierna, en la práctica, Lady Sarah Churchill (Rachel Weisz), su consejera y amante, quien maneja los asuntos de Estado mientras protege, y controla, a la reina. La llegada de una joven sirvienta caída en desgracia, Abigail Hill (Emma Stone), altera por completo el equilibrio de poder. Astuta y dispuesta a todo, Abigail comienza a escalar posiciones dentro del palacio hasta convertirse en una nueva favorita de la reina, desatando una feroz lucha de manipulación y traiciones.

El final de "La Favorita" y su significado

A medida que la rivalidad entre Sarah y Abigail crece, la película muestra cómo el afecto, el deseo y el poder se mezclan peligrosamente. Ambas mujeres usan la fragilidad emocional de la reina para sus propios fines, mientras Lanthimos retrata, con ironía y crueldad, los caprichos de una monarca rodeada de aduladores.

En el desenlace, Abigail logra su objetivo: Sarah es exiliada y la joven se convierte en la confidente oficial de la reina. Sin embargo, la aparente victoria se revela como una condena. La reina, cada vez más enferma, la trata con frialdad y humillación, reduciendo a Abigail a una servidumbre disfrazada de privilegio. En la última escena, ambas aparecen en una imagen simbólica: la reina apoya su mano sobre la cabeza de Abigail mientras se superponen imágenes de conejos, representaciones de los hijos muertos de la monarca. La sensación final es asfixiante: nadie gana realmente en este juego de poder.

Póster de "La Favorita", película de Yorgos Lanthimos.

Reflexiones sobre el final de "La Favorita"

  • El poder corrompe: quienes lo buscan terminan prisioneros de él.
  • La manipulación como herramienta política y emocional.
  • El deseo femenino, lejos de la pasividad, aparece como fuerza destructiva y liberadora.
  • La fragilidad del afecto: en la corte, amar es una forma de dominar.
  • Lanthimos plantea que, en un sistema jerárquico, incluso las victorias son formas de derrota.

Una obra visualmente deslumbrante y moralmente incómoda, La Favorita confirma a Yorgos Lanthimos como un director capaz de desnudar las miserias del poder con una mirada tan elegante como cruel.