En 2023, cuando Taylor Swift lanzó la versión regrabada de Speak Now, sorprendió con una joya, Timeless. La canción, que se convirtió en una de las favoritas de los swifties, mezcla nostalgia, misticismo y referencias históricas para hablar de un amor eterno, inmune al paso del tiempo.
A primera escucha, parece una simple declaración romántica. Pero detrás de cada verso hay símbolos, ecos culturales y hasta un giro espiritual que muestra cómo la artista, siempre en movimiento, fue dejando atrás su raíz country cristiana para explorar conceptos como el karma, la reencarnación y las “llamas gemelas”.
Un amor para siempre: el núcleo de “Timeless”
En la canción, Swift narra la experiencia de entrar a una tienda de antigüedades y encontrarse con viejas fotografías, que muestran novias de los años '30, parejas en la posguerra, adolescentes rumbo al baile de graduación en los años '50. En esas imágenes, se reconoce a sí misma y a su amante, como si el destino los hubiera unido en todas las vidas posibles.
La premisa es clara: no importa el siglo ni la circunstancia, su conexión es tan fuerte que habrían terminado juntos de cualquier modo. Allí se despliega el concepto central de la canción. Es decir, el de un amor predestinado, que sobrevive a guerras, tragedias o matrimonios arreglados, porque trasciende incluso a la muerte.
Referencias históricas y literarias: de Shakespeare a la Segunda Guerra Mundial
Como en tantas composiciones de Swift, las referencias culturales son clave. Timeless evoca a Romeo y Julieta, los adolescentes condenados de Shakespeare, pero también a las novias de guerra que esperaban cartas y rezaban por el regreso de sus maridos en los años 40.
La estructura recuerda a una especie de montaje cinematográfico, en el que distintas épocas muestran la misma historia de amor reencarnada. Esta mirada conecta con lo que en el Swiftverse ya se había trabajado en Invisible String o incluso en Folklore, donde las almas parecen encontrarse más allá de los cuerpos y del tiempo.
Un detalle no menor es que, en sus primeras canciones, Swift hablaba de Dios de manera literal, heredera de su crianza cristiana. En Timeless, en cambio, aparece una tensión entre ese Dios y las nociones de destino y reencarnación propias de tradiciones orientales. Este cambio marca el inicio de un camino más amplio: ella ya no se aferra a una fe institucional, sino que la utiliza como recurso poético y narrativo.
Timeless cierra Speak Now (Taylor’s Version) como un broche perfecto: optimista, épica y melancólica. El amor que ella cuenta no es solo personal, sino también artístico. Así, se asegura de que su música, regrabada y reinventada, también sea eterna.