Diego de Carlo, reconocido piloto del TC, volvió a estar en el centro de la atención pública, pero esta vez no por su desempeño en las pistas. Un escándalo de índole personal sacudió al automovilismo argentino, luego de que su pareja lo señalara públicamente con graves acusaciones. El conflicto escaló rápidamente en redes sociales y alcanzó a numerosas figuras del Turismo Carretera.
La trayectoria de Diego de Carlo en el automovilismo argentino
Nacido en Lomas de Zamora y con residencia en Lanús, el deportista construyó una carrera sólida en esta actividad a nivel nacional. Tras destacarse en las categorías zonales, dio sus primeros pasos en el TC Pista, donde compitió con un Chevrolet y supo ganarse un lugar entre los protagonistas. Su ascenso fue meteórico y en 2007 logró llegar al Turismo Carretera, el campeonato de autos más popular y antiguo del país, ingresando al prestigioso HAZ Racing Team, escuadra que obtuvo ese mismo año el título con Christian Ledesma.
La continuidad de su carrera se vio alterada en 2009, cuando hizo una pausa en varias competencias. Al año siguiente, retomó la actividad bajo la asistencia técnica de Rodolfo Di Meglio y con motores preparados por Jorge Pedersoli. En 2011 tomó una decisión importante: crear su propia estructura de competición, siempre al mando de un Chevrolet, marca con la que se identificó a lo largo de su trayectoria en el TC.
El escándalo que salpica al piloto de TC
En las últimas horas, De Carlo fue expuesto públicamente por su esposa, Mariela Serebriski, quien utilizó X (ex Twitter) para denunciar una supuesta infidelidad por parte del piloto de TC. A través de una serie de publicaciones que rápidamente se viralizaron, la mujer no solo lo acusó de mantener una relación paralela, sino que también arremetió contra la supuesta amante, a quien mencionó con nombre y detalles personales.
Los mensajes incluyeron duras descalificaciones y una exposición explícita de la situación, con menciones a lugares específicos y situaciones comprometedoras. La polémica creció aún más cuando Serebriski decidió etiquetar a numerosos pilotos y personalidades del ambiente, lo que generó un impacto inmediato dentro de la comunidad del automovilismo.
Entre los arrobados se encontraban figuras reconocidas como Santiago Mangoni, Mariano Werner, Agustín Canapino, Matías Rossi, Norberto Fontana y Facundo Ardusso, además del preparador Rodolfo Di Meglio y el ex campeón Guillermo Ortelli. Esta maniobra dejó en evidencia la intención de visibilizar el conflicto en un entorno que suele ser reservado con los temas personales.
El hilo de X que desató el escándalo
Expectativa en la próxima fecha del Turismo Carretera
La controversia se produce en la previa de la carrera del TC que se disputará el 11 de mayo en el circuito de Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero. El episodio amenaza con cambiar el foco de atención en el ambiente de la categoría, ya que se espera que el tema sea uno de los más comentados en los boxes, más allá de lo estrictamente deportivo.
Hasta el momento, De Carlo no realizó declaraciones públicas en relación al conflicto ni confirmó ni desmintió las acusaciones. Mientras tanto, el episodio continúa generando repercusiones tanto entre los fanáticos como dentro del propio campeonato. La exposición mediática plantea un desafío adicional para el piloto, quien deberá enfrentar no solo las exigencias de la competencia, sino también el escrutinio social derivado de su vida privada.