A lo largo de su riquísima historia, el fútbol argentino ha tenido estadios de todo tipo y hasta en los sitios más recónditos a nivel nacional. De hecho, hay canchas que han quedado "olvidadas" porque se disputaron muy pocos partidos oficiales allí, más allá de que la intención inicial cuando se construyeron fue que tuvieran una mayor participación en el deporte más popular. Por lo tanto, vale la pena repasar los tres casos más emblemáticos en este sentido.
Los 3 estadios olvidados del fútbol argentino
El ACIR de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Se trata del histórico recinto de la Asociación Comunitaria Integral de Rehabilitación, hoy llamado Eva Duarte, y tiene casi 62 años de vida. Está entre las calles Ramsay, Blanco Encalada, Dragones y Echeverría. En ese sitio funcionan las dependencias del Servicio Nacional de Rehabilitación, un organismo del Ministerio de Salud. Y además de ser la base del movimiento paralímpico argentino, allí se ubica el INCUCAI (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante) y una sede de la Universidad de San Martín, con carreras de recuperación física.
La historia comenzó allá por el 27 de octubre de 1951, con la inauguración del Ciudad Estudiantil “Presidente Perón”, una escuela juvenil de formación política para capacitar a hijos de trabajadores y su acceso a futuros roles dirigentes. Pero con el golpe de estado de 1955, el sitio se usó como un centro temporario de detención de dirigentes peronistas. Con el nombre de ACIR desde 1969, en 1998 lo declararon monumento histórico nacional y, en 2013, por orden de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el homenaje se amplió al resto de las instalaciones.
Ubicado a apenas diez cuadras del Monumental de River Plate en el barrio porteño de Belgrano, se lo conoce como "el estadio oculto" de la Capital Federal, aunque hasta ahora ya lo utilizaron tres clubes del Ascenso: Deportivo Español (entre 1968 y 1971), Sportivo Italiano en 1971 y las divisiones inferiores de Sportivo Barracas en el 2015.
Por el lado del "Gallego", fue local allí por más de 30 encuentros oficiales. Por el lado de los "tanos", apenas hicieron de anfitriones en este sitio el 7 de agosto de 1971, cuando derrotaron por 1-0 a El Porvenir. Actualmente el lugar es usado por la ASO (Asociación de Sordos Argentina) y por el CILSA (Centro de Integración Libre y Solidaria de Argentina).
El Estadio de la Costa o San Bernardo Stadium
Situado en uno de los lugares más habitados por los bonaerenses durante las vacaciones de verano, se inauguró en octubre de 1997. Se encuentra ubicado estratégicamente en el kilómetro 344 de la Ruta 11, entre San Bernardo y Mar de Ajó. Con una superficie de casi 15.000 metros cuadrados y una capacidad para más de 14.000 espectadores, fue un proyecto de la empresa Turismo Ecológico S.A., liderada por Horacio Eduardo Di Bari.
Durante su breve periodo de funcionamiento, la cancha albergó importantes eventos culturales y deportivos, recitales de La Renga, Los Pericos y Soledad Pastorutti, presentaciones del Ballet de Chile y hasta peleas del boxeador Jorge “Locomotora” Castro. No obstante, con el transcurrir del tiempo cayó en desuso, fundamentalmente desde 1999, debido a los problemas económicos y de seguridad.
El estadio fue objeto de múltiples robos y actos de vandalismo, lo que llevó a su abandono total. Durante años, diversos intentos de revitalización fracasaron, incluyendo propuestas del gobierno local y acuerdos con inversores que no se concretaron debido a deudas significativas y otros obstáculos financieros. Así y todo, en mayo del 2024 fue público el proyecto de reformas liderado por Ricchezza Inmobiliaria, una empresa con más de 60 años de experiencia en la región del Partido de La Costa. La supuesta refacción quedó en suspenso por ahora.
El Estadio Adolfo López de Mar del Plata
La historia comienza en 1990 en esta oportunidad, con la que iba a ser la cancha oficial de Aldosivi. Tras vender la sede ubicada en Bermejo y El Cano, el club se traslada a los terrenos de la Usina 9 de Julio, en Martinez de Hoz y Vertiz, en la zona portuaria de la ciudad. El predio donde se construyó el estadio formaba parte de una antigua cantera, por lo que la cancha culminó "encajonada" entre las paredes de la misma. Por esta razón es que se lo conocía popularmente como "La Cantera".
Con el correr del tiempo, los problemas de seguridad en los accesos complicaron la situación, por lo que de a poco cayó en desuso. Las desgracias también hicieron lo suyo: en octubre de 1997, el juvenil Ezequiel Zapatosky falleció en la cancha por un problema cardíaco. Dos meses más tarde, se accidentó al caer de una tribuna María José Cepeda, quien luego murió por las secuelas. Y el 9 de mayo de 1998 se produjo el deceso de Pedro Pica a causa de un infarto cuando salía de la cancha, en medio de disparos de balas de goma de la Policía sobre hinchas de Huracán de Corrientes, tras un partido por el Torneo Nacional B 1997/98.
Este ultimo hecho provocó la clausura del estadio y la intimación a Aldosivi a que mejorara las instalaciones, especialmente los accesos y egresos a la cancha. La dirigencia del "Tiburón", ante esta situación, decidieron no realizar las obras exigidas, ya que consideraron que los problemas no se solucionarían con esas remodelaciones y que correrían riesgo de que en el futuro se encontrasen en la misma situación.
Finalmente, Aldosivi vendió los terrenos. Desde entonces hubo varios interesados en comprarlos, pero hasta el momento no se concretó ningún proyecto, al margen de los rumores vinculados con una escuela y un hipermercado. Hoy, las instalaciones permanecen abandonadas y en un estado paupérrimo.
