Este miércoles, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) comprobó la identidad de los restos humanos encontrados en una casa donde vivió el reconocido cantante Gustavo Cerati, ubicada en el barrio porteño de Coghlan. Según informaron, pertenecen a Diego Fernández Lima, un joven de 16 años que se encontraba desaparecido desde 1984 y quien, en aquel momento, jugaba para el Club Atlético Excursionistas. Horas después de que se diera a conocer la información, el cuadro del Bajo Belgrano publicó un comunicado en sus redes sociales en memoria del adolescente, cuyos restos fueron hallados el pasado 30 de mayo.
"El Club Atlético Excursionistas expresa su estupor y tristeza por las noticias acerca de Diego Fernández Lima, quien fuera futbolista de nuestra institución al momento de su desaparición. Enviamos nuestras condolencias y un fuerte abrazo a toda su familia y deseamos que su alma finalmente pueda descansar en paz", escribió la institución en su cuenta de X. Además, compartieron un fragmento de una carta que Daniel Viviani, histórico directivo y socio vitalicio del conjunto verdiblanco, compartió poco tiempo después de la desaparición del joven futbolista.
La carta de un dirigente de Excursionistas en memoria de Diego, el joven desaparecido
"(Queremos) recordar a uno de los chicos más queridos de este plantel, que a mediados del año pasado desapareciera de su casa, me refiero a Diego Fernández Lima. Mi querido gallego, siempre te recordamos cada vez que nos reuníamos en el vestuario para salir a jugar un encuentro por el campeonato (...) Nuestro esfuerzo eran por dos cosas: por Excursionistas y por el gallego. También el grito del partido final, cuando apretados en el vestuario al grito de "se siente, se siente, el gaita está presente" alguna lágrima corrió por mi cara al recordar aquel nene que llevaba a Montevideo años atrás".
Quién era la persona de los restos humanos en la casa de Cerati
Diego tenía tan sólo 16 años cuando desapareció, durante la tarde del 26 de julio de 1984, mientras se dirigía a la casa de un amigo. Esa misma noche, cuando sus padres todavía desconocían su paradero, realizaron la denuncia ante la comisaría y ésta fue rápidamente desestimada por los oficiales. "Se fue con una mina, ya va a volver", les dijeron, tal como señalan fuentes cercanas a la familia en diálogo con el medio Clarín. Pero su retorno a casa, nunca ocurrió.
Su familia asegura que Diego era un joven responsable y aplicado. Entrenaba todos los días en el Club Atlético Excursionistas del barrio porteño de Belgrano, donde jugaba al fútbol y asistía a la Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N° 36. El uniforme del colegio, el cual vestía al momento de su desaparición, según fue reconstruido por los investigadores y el fiscal Martín López Perrando en el lugar del hallazgo de los restos.