El sorteo del Mundial 2026 de Estados Unidos, México y Canadá tiene como protagonistas a varias figuras de distintos deportes y uno de ellos es Tom Brady, máxima leyenda del fútbol americano y uno de los atletas más influyentes de la historia. El excapitán de New England Patriots y Tampa Bay Buccaneers, ganador de siete Super Bowls, participa del evento extrayendo bolillas con el objetivo de potenciar el impacto global del certamen y atraer al público estadounidense.
El acontecimiento, que se desarrolla en Washington y capta las miradas de todo el mundo, no solo marca el camino de las selecciones rumbo a la próxima Copa del Mundo, sino que también trae consigo nombre relevantes como el de Brady, considerado el mejor jugador de la historia de la NFL y que fue elegido para protagonizar la ceremonia en una situación clave como la conformación de grupos.
Brady, la historia de la leyenda de la NFL
Brady nació el 3 de agosto de 1977 en California y construyó una carrera que redefinió los límites del rendimiento deportivo. Su historia es una mezcla de resiliencia, récords y un ascenso improbable que lo convirtió en ícono cultural.
En el archivo adjunto, se destaca que Brady llegó al Draft de la NFL sin grandes expectativas. Fue elegido recién en la posición 199 del año 2000 por los New England Patriots, un detalle que luego se transformó en mito: el joven en quien casi nadie confiaba terminó construyendo la dinastía más dominante de la liga.
Durante dos décadas, Brady demostró una consistencia excepcional, liderazgo único y un rendimiento decisivo en los momentos más exigentes. Bajo la conducción de Bill Belichick, llevó a los Patriots a conquistar seis Super Bowls, marcando una era.
Del dominio absoluto a un nuevo desafío en Tampa Bay
Tras 20 años en New England, Brady decidió cambiar de aire y se marchó a los Tampa Bay Buccaneers en 2020. Contra todos los pronósticos, volvió a demostrar que era capaz de reinventarse. En su primera temporada allí, el mariscal de campo lideró al equipo al Super Bowl LV y sumó su séptimo anillo, un logro que ninguna otra franquicia posee. Su vigencia, incluso superados los 40 años, alimentó su leyenda y lo consolidó como el gran referente del deporte estadounidense.
El legado del “GOAT”
Brady anunció su retiro definitivo en 2023, pero su presencia pública se mantiene intacta. Hoy es analista, empresario y personalidad influyente del deporte. Su legado, marcado por récords como más de 600 pases de touchdown, siete títulos y 13 finales de conferencia, es considerado inigualable.
Su participación en el sorteo del Mundial 2026 refuerza su lugar como una figura transversal: del fútbol americano al fútbol internacional, su nombre empuja audiencias y despierta curiosidad.
Un ícono que trasciende la NFL
La influencia de Brady va más allá del emparrillado. Su vida privada, su matrimonio, y posterior separación, con Gisele Bündchen, sus documentales, sus negocios y su método de entrenamiento TB12 lo transformaron en una figura global. Su presencia en el sorteo del Mundial 2026 no solo agrega glamour: asegura un impacto mediático gigantesco.
Para la FIFA, que apunta a consolidar un Mundial histórico de Estados Unidos, México y Canadá, Brady representa la posibilidad de llegar a un público masivo que quizá no sigue el fútbol con la misma intensidad que otros países. Su elección responde a una estrategia clara: combinar deporte, entretenimiento y cultura popular. El Mundial 2026 será el más grande de la historia, con 48 selecciones, una audiencia estimada récord y un mercado televisivo clave en Norteamérica.
Tener a Brady extrayendo bolillas suma un componente de interés general capaz de viralizar el evento en redes y en plataformas de video. En los Estados Unidos, su figura es sinónimo de éxito, dedicación y espectáculo, atributos que la FIFA busca asociar a esta Copa del Mundo.
Un sorteo con impacto global
El evento, que definirá el camino de selecciones como Argentina, Brasil, Francia, Inglaterra o Estados Unidos, será una de las grandes antesalas del torneo. Con Brady en escena, el sorteo suma un factor de atracción para audiencias no tradicionales y potencia el alcance del Mundial en plataformas digitales. La FIFA ya dejó claro que busca un espectáculo multiplataforma: y quién mejor que un ícono estadounidense para amplificarlo.
