Juan Manuel López se convirtió en uno de los protagonistas más destacados del fútbol sudamericano gracias a una historia marcada por la resiliencia y la perseverancia. Correntino de nacimiento, su camino estuvo lejos de ser sencillo, pero el talento y las circunstancias lo llevaron a brillar en Palmeiras y a ganarse un lugar en la Selección Argentina de titular frente a Puerto Rico.
El delantero nació el 6 de diciembre del 2000 en San Lorenzo, un pequeño pueblo de Corrientes. Hijo de una ama de casa y de un padre que trabajaba en embarques pesqueros, mostró su amor por el fútbol desde muy chico. Comenzó a jugar a los siete años en el Club El Progreso, y poco después pasó al Club Atlético Saladas. A los nueve años dio un salto importante al sumarse a las divisiones inferiores de Independiente de Avellaneda.
Su paso por el Rojo fue clave para su formación, aunque no estuvo exento de dificultades. En la categoría Sexta sufrió una lesión grave en la cintura que casi lo obliga a abandonar el deporte. "Tuve un problema que casi me hizo dejar el fútbol. Tenía una lesión en la cintura, en los huesos, que casi no me dejaba caminar. Pensé en dejar un tiempo, pero las ganas fueron más fuertes", confesó en una entrevista.
A pesar de quedar libre en Independiente, López no bajó los brazos. En 2017, Lanús lo convocó para una prueba y terminó integrando el plantel de Quinta División, donde mostró su versatilidad jugando como centrodelantero, extremo y mediocampista ofensivo. En 2018 fue cedido a préstamo al Club Atlético Colegiales de Tres Arroyos, en la Liga Regional, donde explotó como goleador y fue pieza clave para el ascenso del equipo.
Tras su gran temporada en la Liga Regional, regresó a Lanús y comenzó a consolidarse en las categorías superiores, destacándose por su capacidad goleadora y su imponente juego aéreo, potenciado por sus 188 centímetros de altura. Esto llamó la atención de clubes internacionales y terminó concretándose una transferencia millonaria.
Su destino fue Palmeiras, uno de los clubes más importantes de Brasil, que pagó 7 millones de dólares por el 70% de su pase. Allí, Juan Manuel López no sólo se adaptó rápidamente, sino que también fue protagonista en el Brasileirao y tuvo la oportunidad de disputar el último Mundial de Clubes en Estados Unidos, elevando aún más su perfil internacional.