La industria textil advierte que pierde empleo por el récord de importaciones

La política de desindustrialización dispara las importaciones textiles y pone en jaque al empleo federal.

22 de mayo, 2025 | 11.28

Las importaciones de ropa y textiles del hogar se dispararon en el primer trimestre del año y marcaron un récord histórico: crecieron un 86% y 109% interanual en volumen, respectivamente. Lo más preocupante es que, si bien las cantidades importadas prácticamente se duplicaron, los valores en dólares crecieron mucho menos.

De acuerdo a un informe de la Fundación ProTejer, el componente de productos importados tiene una presencia en el 67% de las prendas que se consumen en el país. Esto indica que muchos de estos productos están ingresando al país a valores significativamente más bajos que en 2024 e incluso por debajo de los valores registrados en los últimos 11 años. El valor promedio por kilo de indumentaria y confecciones en lo que va de 2025 es un 26% menor al de 2024, ubicándose en su nivel más bajo en comparación histórica.

El caso más alarmante es el de los tejidos de punto: durante el primer trimestre ingresaron más de 30.000 toneladas, un volumen que no se registraba desde hace más de una década. Esto representa un incremento del 155% en comparación con el mismo período de 2024 y supera en un 41% el récord anterior de 2022. Sin embargo, mientras el volumen se disparó, el valor en dólares aumentó solo un 79%, lo que implica una fuerte caída en el precio promedio por kilo.

¿Por qué se está importando tantas cantidades y a precios tan bajos?

En lo que respecta específicamente a los precios de importación por debajo de los valores regulares, el documento remarcó las siguientes causas:

  • Desregulación comercial


En los últimos meses, se desmanteló herramientas indispensables de administración del comercio exterior. Entre las principales medidas, se destaca la derogación de los valores criterio de importación -precios de referencia mínimos utilizados para detectar subfacturación-, la flexibilización de los controles aduaneros tal como la eliminación del canal rojo de fiscalización, la supresión del control aduanero del etiquetado de productos textiles y la eliminación de la Declaración Jurada de Composición del Producto, que exigía detallar los materiales que componían los productos.

Además, se modificó el régimen antidumping recientemente reglamentado, reduciendo su alcance: ahora, el pago del derecho correspondiente se aplica bajo un procedimiento más flexible y con un plazo de aplicación más breve, incluso cuando se comprueba que un producto ingresa por debajo de su valor normal de mercado.

  • Excedentes de producción a nivel global y desvío de comercio a países con menos regulaciones


​​​​​​​El contexto internacional muestra un creciente excedente de producción textil, especialmente en Asia, como resultado de la caída de la demanda en mercados clave. Este exceso de stock se está volcando hacia países con menores barreras comerciales, como Argentina, muchas veces a precios de descarte.

A esto se suma la ubicación geográfica del hemisferio sur, que lo convierte en un destino preferencial para el remanente de temporadas anteriores del hemisferio norte. Estos productos también ingresan al país por debajo de los valores de mercado, lo que profundiza la competencia desleal y agrava el impacto sobre la producción local.

"Este retroceso se comienza a traducir en el cierre de empresas, pérdida de empleo y de eslabones clave dentro de la cadena de valor y una racionalización forzada del sector que opera en condiciones desfavorables, mientras compite con productos importados favorecidos por la política económica, con consecuencias negativas para el alto grado de desarrollo tecnológico alcanzado y en la inversión futura, profundizando la dependencia externa, en detrimento de la soberanía productiva", concluyó el informe.