Trabajadores de la empresa caramelera Lipo reclamaron por la deuda de sueldos del último mes y se congregaron en las puertas de la compañía, en la localidad bonaerense de Lanús. A principios de mes habían hecho un paro de ocho días por la retención de aguinaldo y salario.
Damián Polo trabaja hace 15 años en la compañía y señaló a El Destape: "Estamos en medida de fuerza hace dos días y exteriorizamos el reclamo a la calle por la falta de respuestas por parte de la patronal". Y especificó: "Nos deben un 80 % de los haberes del mes de julio. A principio de mes estuvimos parados por 8 días hábiles porque ya estaban reteniendo el aguinaldo y el sueldo".
"Se hizo un corte porque ya se viene tomando demasiadas tolerancias con respecto a la flexibilización con los haberes y se decidió exteriorizar el conflicto, la medida de fuerza en la calle", remarcó Polo. El conflicto en Lipo lleva un semestre de idas y vueltas entre la cúpula de la compañía, una pyme familiar comandada por Matías y Mariela Lipovetzky y con un nivel de producción del orden de los 2 millones de caramelos diarios y 100 variedades diferentes.
"Acá el conflicto no viene porque haya una falta de producción, sino todo lo contrario. La empresa está pidiendo que trabajemos y a medida que trabajemos nos pagan, pero bueno, no es así como debería ser porque nosotros ya el mes lo hemos trabajado y ya tendríamos que haber cobrado en tiempo y forma", explicó Polo.
El primer corte se inició el lunes y martes fue el segundo día. Desde la compañía terminaron de pagar el aguinaldo fuera de término 25 días después y de los sueldos abonaron un 20% aproximadamente, dependiendo categoría y antigüedad de cada trabajador.
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El golpazo importador
La apertura comercial y el arribo sin controles de productos importados impactan en la industria pyme local, que no logra salir de la recesión. Esa es la conclusión del último informe del Observatorio Pyme, fundación que preside al CEO de Techint, Paolo Rocca. "Siguen predominando los indicadores recesivos, para el 70% de las empresas la producción está estable o en baja y la preocupación por la debilidad de la demanda alcanza al 68% de las empresas.
El indicador PMI-PYME se ubica en niveles recesivos (45) por tercer trimestre consecutivo. Se deteriora la confianza empresarial de acuerdo al ICE-PYME", señaló el informe de coyuntura del Observatorio.
De acuerdo con el informe, los precios y las ventas evolucionan por debajo de los costos. "El 74% de las empresas reportó aumento de costos, y sólo un poco menos de la mitad (35%) pudo trasladarlo a precios", detalló el documento. Esta situación está llevando a las empresas a buscar estrategias defensivas para mejorar las cuentas (incluyendo recortes de personal y aumento de componente importado en la producción) y a reclamar medidas para “nivelar la cancha” (alivio de la presión fiscal, estabilidad macroeconómica, reformas en el mercado laboral).