El economista Orlando Ferreres analizó el nuevo esquema cambiario y el comportamiento de la cotización de la divisa estadounidense, y advirtió que "no hay que festejar mucho la baja del dólar", porque con este nivel "es difícil obtener aumento de reservas".
Ferreres sostuvo que la baja en el tipo de cambio afecta al objetivo de engrosar las reservas del Banco Central por medio de superávit comercial e inversiones. En diálogo con la agencia Noticias Argentinas, aseguró que "con los préstamos recibidos tenemos más reservas pero también más deuda y no hay que olvidarse que en algún momento hay que devolverlos, por eso hay que hacer lo posible por tener superávit comercial lo más grande posible y especialmente inversiones para lo cual se requiere un tipo de cambio razonable".
En este contexto, sostuvo que "para recuperar reservas tenemos que tener un precio del tipo de cambio adecuado a la venta de mercadería que implique exportaciones". Al respecto, precisó que "hay varios sectores que están en condiciones de aportar dólares", haciendo referencia campo, el petróleo y la minería. Aún en el difícil panorama global consideró "la situación está buena y se podría aprovechar bien con tranquilidad".
Con respecto a las subas de precios por el ajuste en el tipo de cambio, Ferreres indicó que "los aumentos que las empresas grandes les pasaron a los supermercados no se justificaban". Sin embargo, reconoció que "como ahora hay una libertad para que el BCRA no intervenga mientras el dólar esté entre $ 1.000 y $ 1.400, todos los precios pueden ser válidos".
En cuanto al futuro del Gobierno, el economista pronóstico que "después de las elecciones con más diputados y senadores será momento de la reforma laboral y fiscal para tener una política laboral más razonable y una política fiscal más tranquila, para lo cual hay que bajar el gasto".
Sobre este aspecto, expresó que "la topadora va a tener que seguir trabajando con el gasto público porque todavía es muy alto" y señaló que "el más alto está en las provincias y municipios".
La proyección internacional que complica a la Argentina
El crecimiento de la economía global podría desacelerarse al 2,3% en 2025, en el marco de la tendencia recesiva vinculada a la escalada de tensiones comerciales e incertidumbre, según la Comisión de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD).
"Se espera que el crecimiento mundial se desacelere al 2,3% en 2025, una tendencia recesiva vinculada a la escalada de tensiones comerciales e incertidumbre", señaló el organismo en el informe "Previsiones sobre comercio y desarrollo 2025 - Bajo presión: La incertidumbre remodela las perspectivas económicas mundiales".
El mismo indicó que las economías en desarrollo enfrentan riesgos y un empeoramiento de las condiciones externas, pero el creciente comercio Sur-Sur y una mayor integración económica regional son oportunidades.
En este contexto, la UNCTAD pidió una mayor coordinación de políticas internacionales y un fortalecimiento del comercio regional. El aumento de las tensiones comerciales está afectando al comercio mundial. La UNCTAD señala que las recientes medidas arancelarias están interrumpiendo las cadenas de suministro y socavando la previsibilidad.