En medio de la corrida que se inició en septiembre cuando el “modelo” de Milei se puso en tela de juicio incluso para el mercado, el equipo económico que integran la dupla del ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, lanzaron una medida desesperada para anticipar el ingreso de los dólares del campo: llevaron las retenciones a cero. El negocio se lo llevaron seis grandes grupos exportadores que pusieron sobre la mesa del Central en dos días 7.000 millones de dólares, de los cuales el Tesoro solo pudo comprar poco más de 2.000 millones, algo que podría haber hecho sin eliminar el impuesto que derivó en un costo fiscal de 1.600 millones.
Esos dólares se desvanecieron en un santiamén y el Gobierno salió a pedir auxilio a los Estados Unidos. Primero el gobierno de Donald Trump le exigió no volver a abrir ventanas de baja de retenciones, ya que compite con sus productores, y segundo, buscar un ingreso real de divisas para el pago a los bancos. El problema es que el único canal viable de aquí a fin de año ya se quedó sin dólares y queda el equivalente a menos de un mes de una liquidación habitual.
La menor liquidación proyectada para el cierre del año, producto del adelantamiento bajo los distintos esquemas de incentivos, se espera continúe durante el primer trimestre del año próximo hasta el empalme de la nueva cosecha. Entre enero y marzo se estima un valor de 5.250 millones de dólares, inferior al promedio de 5.900 del primer trimestre en los últimos cinco años, según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario. Eso no es todo: con el anticipo de liquidación durante los primeros diez meses, en noviembre y diciembre quedan apenas el equivalente de 2.600 millones de dólares. Esto es si el campo decide liquidarlos al tipo de cambio actual atrasado.
La tuvo y no la vio
El Gobierno se beneficio este año de una liquidación récord, proyectando cerrar el año 37.150 millones de dólares. Es el mayor volumen, apenas por detrás de 2021-2022, años de precios récord por la guerra Rusia-Ucrania. Los diversos incentivos que estuvieron vigentes durante el año (“dólar blend”, rebaja y eliminación temporaria de retenciones) dejan el volumen liquidado de divisas del agro entre enero y octubre en 34.500 millones de dólares: casi 33.000 millones de dólares en el Mercado Libre de Cambios (según datos del BCRA y de Ciara-CEC) y un estimado de 1.550 millones ingresados vía el dólar contado con liquidación.
Sin embargo, la decisión de no comprar divisas hasta que tocara un utópico piso de mil pesos por dólar evitó que acumulara reservas. Ahora el mercado, los organismos internaciones y los burócratas norteamericanos instan al gobierno de Milei a acumular reservas, pero la apertura comercial y el campo sin cosecha por liquida deja una cuenta corriente deficitaria.
En una maniobra desesperada, el equipo económico que lidera el ministro de Economía, Luis Caputo, negoció con un puñado de grandes cerealeras una ventana de retenciones cero a cambio de que le aporten unos 7.000 millones de dólares (tras lo cual volvió a subir los derechos de exportación. Las cerealeras liquidaron poco más de esa meta, pero la mala praxis libertaria impidió que el Tesoro aprovechara ese ingreso extraordinario y compró poco más de 2.200 millones, una cifra no muy lejana a la que podría haber ido adquiriendo en meses normales (promedio de 2.667 millones hasta agosto) sin quita de retenciones. De esta manera, el beneficio no fue redituable y ahora el Gobierno enfrentará un escenario de escasez de divisas.
La pésima administración de la dupla Caputo-Bausili derivó a que el efecto en acumulación de divisas sea, pese al premio a las grandes cerealeras, incluso menor al de un mes habitual; el problema es que no compró un solo dólar de la liquidación hasta agosto y se acordó en septiembre, ya con la soga al cuello que tenía que acumular reservas (2.202 millones). En enero el sector había liquidado 2.073 millones de dólares; en febrero, 2.181 millones; en marzo, 1.879 millones; en abril, 2.524 millones; en mayo, 3.054 millones; en junio, 3.706 millones; en julio, 4.102 millones; en agosto, 1.817 millones y en octubre, 1.117 millones..
El promedio de esos dos meses supera ampliamente la adquisición de divisas del Tesoro en septiembre y podría haberlo en cada mes, especialmente en momentos de menores tensiones cambiarias como la actual; incluso evitando las turbulencias posteriores. Ahora se quedó sin una de las principales fuentes de divisas.
