Mientras el Gobierno nacional insiste con el discurso de la supuesta "industria del juicio" con el que intenta imponer la reforma laboral, Christian Otero, dueño de la cadena de heladerías Lucciano's, demolió el relato libertario.
En diálogo con El Destape 1070, Otero expuso un modelo de negocios que crece exponencialmente, con el que abrieron 34 locales este año, pero respetando las leyes vigentes. Ante la consulta sobre la conflictividad, su respuesta fue contundente: "En 15 años de la empresa nunca tuvimos un juicio laboral".
Lucciano's tiene 500 empleados directos y otros 1.000 a través de franquicias. A pesar de ese volumen de recursos humanos, la litigiosidad es nula. "El mérito es haber construido una empresa muy sana, muy sólida. Somos una empresa que está muy cercana a la gente, y si hay un conflicto tratamos de resolverlo rápidamente", explicó Otero.
Mientras el Gobierno asegura que el sistema actual paraliza a los empleadores, Otero afirmó todo lo contrario. "Nuestro caso es un negocio que funciona muy bien y no tenemos miedo a contratar. No nos restringimos", sentenció.
Si bien el empresario se manifestó a favor de una reforma que baje el "costo laboral", como los impuestos, para ayudar a los pequeños emprendedores, marcó un límite que lo aleja del ajuste brutal: los derechos y el sueldo no se tocan. "La ley no tiene que significar una pérdida de derechos del trabajador. Jamás permitiría que algo le toque el salario a mis empleados", aseguró.
El elogio a los sindicatos
Para completar la desarticulación del discurso antisindical que baja desde la Casa Rosada, el dueño de Lucciano's reivindicó el rol de la organización gremial en su actividad. Lejos de verlos como extorsionadores, Otero destacó: "Tenemos un sindicato, el de Pasteleros, que es bastante moderno y acompaña a las empresas".
El empresario fue más allá y puso esa relación como modelo: "Pasteleros es un ejemplo de cómo debería ser la convivencia y la construcción de un sindicato, trabajadores y empresas".
