Ante el sorprendente como el resultado electoral de este domingo, el mercado debió recalcular sus previsiones y recomendaciones. Luego de haber propuesto a sus clientes adquirir deuda argentina para aprovechar sus bajas cotizaciones (a precios de 'ganga'), el banco Morgan Stanley revirtió su consejo y ahora aconseja no sumar bonos argentinos en sus cartera de inversiones, anticipando mayor incertidumbre y posibles caídas en el precio de los bonos. La entidad con sede en Nueva York cambió su postura de "neutral-positiva" a "favorable retirada" sobre los bonos argentinos tras los resultados electorales en Buenos Aires. Respecto del tipo de cambio, anticipa un debilitamiento del peso frente al dólar y una mayor intervención oficial.
El gigante financiero Morgan Stanley realizó un giro radical en su perspectiva sobre la economía argentina luego de los resultados electorales de medio término en la provincia de Buenos Aires. La derrota del oficialismo llevó al banco a retirar su recomendación positiva sobre los bonos argentinos, argumentando un aumento significativo en la incertidumbre sobre la continuidad de las reformas y las fuentes de financiamiento externo. “Se proyecta una caída en el precio de los bonos y se espera que la volatilidad persista hasta las elecciones de octubre”, según la entidad.
Los argumentos
La decisión de Morgan Stanley se basa en un análisis que considera la posibilidad de un escenario adverso, donde las reformas se revierten parcialmente o totalmente. La comparación con la situación en Ecuador luego de elecciones similares, donde los mercados reaccionaron con debilidad hasta la confirmación de las reformas, refuerza la postura cautelosa del banco.
El banco anticipa un escenario negativo con mayor incertidumbre, dificultades en el financiamiento externo y un posible endurecimiento de la política monetaria para defender la estabilidad cambiaria, incluyendo una potencial depreciación del peso argentino.
Morgan Stanley anticipa una posible defensa de la estabilidad cambiaria por parte de las autoridades monetarias hasta las elecciones, aunque se espera un posible debilitamiento del peso argentino y la intervención del Banco Central y el Tesoro si fuera necesario. Según el banco, un debilitamiento significativo del peso podría afectar aún más el apoyo al Gobierno, como ya habría ocurrido. No obstante, consideró razonable esperar una depreciación adicional de la moneda, posiblemente acercándose al techo de la banda cambiaria pese a las tasas elevadas.
En ese escenario, estimó que el Banco Central cumpliría con el plan acordado con el FMI para vender dólares y que el Tesoro también podría intervenir, tal como lo anunció la semana pasada. En resumen, el panorama para los bonos argentinos se presenta incierto a corto plazo, dependiendo fuertemente de la evolución política y económica en el país.
La proyección de Morgan Stanley incluye una caída significativa en el precio de los bonos argentinos, particularmente en el corto plazo, debido al aplanamiento de la curva de crédito. Este movimiento se suma a la creciente cautela de otros bancos internacionales, reflejando un clima de mayor volatilidad en los mercados financieros argentinos tras la derrota del oficialismo en la provincia más poblada del país.
Otras voces del mercado
El gigante financiero Wells Fargo señaló este lunes en un informe que, tras ver los resultados en el principal distrito del país, no descarta que el peso entre en “condiciones de crisis”. En esa línea, el banco norteamericano señaló que, si bien no modificó su proyección de un peso más débil a lo largo de su horizonte de pronóstico, el balance de riesgos ahora se inclina firmemente hacia la baja de la moneda.
Los analistas que realizaron el informe insisten en que la moneda argentina está bajo presión como consecuencia del resultado bonaerense y que, aunque es probable que el Tesoro argentino intervenga en los mercados de divisas para intentar estabilizar la
moneda, la limitada disponibilidad de reservas podría restringir la efectividad de cualquier medida de defensa cambiaria.
El Wells Fargo advierte que sus pronósticos de tipo de cambio a largo plazo podrían alcanzarse antes de lo previsto y que “no podemos descartar condiciones de crisis, especialmente ahora que la mayoría de los controles de capital han sido levantados. Los analistas de este banco de inversión aclaran que “las elecciones legislativas de mitad de mandato en octubre" serán “la verdadera prueba de si Argentina puede trazar un nuevo futuro económico", pero aclaran que “los desarrollos recientes plantean dudas sobre si existe apetito por un cambio duradero”.