Sin obras, el sistema eléctrico tendrá nuevamente un verano con riesgo de colapso

El Gobierno está advertido de un posible riesgo de colapso energético en el verano. Sin embargo, no avanzó en obras nuevas para sumar más generación de energía ni tampoco en tendidos de alta tensión.

15 de septiembre, 2025 | 19.15

El sistema energético argentino necesita ampliar su parque de generación de energía y concretar obras de transporte eléctrico de alta tensión para descomprimir una situación crítica que se arrastra desde hace años. Sin embargo, el gobierno de Javier Milei todavía no pudo concretar ninguna obra, ni con fondos públicos ni con privados. Como indican informes oficiales, el sistema podría colapsar en los picos de consumo de energía ante temperaturas extremas. Pese a haber sido advertido, el Poder Ejecutivo no logró concretar obras y se aproxima un verano que podría ser crítico.

En el sector energético son conscientes de este problema. Incluso, el Gobierno fue advertido por autoridades de Cammesa, la compañía mixta que administra el mercado mayorista eléctrico y se encarga del despacho diario de energía en todo el país. En el hipotético caso de un repunte de la economía, no habría generación de energía para acompañar el crecimiento.

No se trata de los cortes de electricidad habituales que sufre el AMBA y en otros grandes centros urbanos. Estos se dan en las redes de distribución, principalmente en la empresa Edesur, aunque también –en menor medida- en Edenor. La advertencia sobre un posible colapso para un verano con temperaturas récords es que colapse el sistema de transporte por saturación en las redes o que falte generación.

Es decir, que no alcance la energía que genera el país para abastecer el pico de demanda. Para evitar esto, las importaciones de electricidad desde Brasil (también de Paraguay y Uruguay) son fundamentales. Si las represas brasileñas no tienen agua suficiente por alguna sequía repentina, el país vecino podría no tener excedente de energía para enviar a la Argentina.

Como medida paliativa para evitar cortes en las líneas durante los picos de consumo, el Gobierno estaría preparando una medida (saldría vía resolución) para que hogares y grandes usuarios (industrias, comercios, entre otros) reduzcan su consumo para descomprimir al sistema. Los usuarios que logren consumir menos energía tendrían a cambio una remuneración. Habrá que esperar la letra chica de la medida cuando se publique en el Boletín Oficial.

AMBA

A fines del año pasado, el Gobierno intentó crear un cargo fijo en las facturas finales de los usuarios para financiar AMBA I, una obra de transporte eléctrico de alta tensión que es clave para liberar nodos que hoy están en estado crítico del Sistema Argentino de Interconexión (SADI) en Buenos Aires, que es la zona de mayor consumo energético.

Por internas en el Gobierno, finalmente esa obra no se realizó hasta el momento a través de la creación de un cargo fijo. Pero tampoco se avanzó con una licitación ni por iniciativa privada. Existe un claro limitante para ampliar el sistema de transporte de alta tensión que es el financiamiento.

Por el momento, es difícil que un actor privado avance con un proyecto que requiere una fuerte inversión con un riesgo país por encima de los 1100 puntos básicos. Uno de los argumentos que esgrimen los privados, además, es que no tienen garantizado el repago en una economía casi permanente en crisis como la de la Argentina.

Lo cierto es que la única medida que por ahora está avanzando para mejorar el sistema eléctrico es una novedosa licitación que lanzó el área energética del gobierno. Esta iniciativa, que lleva el nombre de AlmaGBA, es para incorporar almacenamiento de energía eléctrica en las áreas críticas de las concesiones de Edenor y Edesur.

La licitación avanzó en los últimos meses y prevé incorporar casi 700 MW por proyectos que demandarán alrededor de US$ 540 millones. Incluso se adjudicaron proyectos con precios competitivos que estuvieron por debajo de lo esperado. El precio promedio de adjudicación fue de 11.619 US$/MW por mes.

El problema es que estas baterías estarían operativas en 12 o 18 meses. Es decir, no estarán disponibles en el próximo verano, cuando el sistema se vea nuevamente exigido por las altas temperaturas.

Obras

El gobierno libertario anunció hace poco que identificó obras relevantes para el sistema energético del país. Es prácticamente el mismo plan de obras prioritarias que habían diseñado los gobiernos de Mauricio Macri y Alberto Fernández, pero que no pudieron avanzar en ninguna. Son obras prioritarias que todo el sector sabe que son urgentes, dentro de una amplia gama de proyectos que necesita la Argentina para evitar un colapso energético.

Para intentar avanzar en algo más concreto, el Gobierno implementó una modalidad bajo contratos de concesión, donde el privado deberá conseguir el financiamiento ya que el Estado no aportará fondos públicos. La medida la implementó en julio mediante la resolución 315 impulsada desde la Secretaría de Energía, a cargo de María Tettamanti.

Son tres obras con urgencia de 16 proyectos en total. Las destacadas son: AMBA I, que implica 500 kilómetros de líneas entre la central Atucha en Zárate hasta Ezeiza, que podría reforzar el anillo del Gran Buenos Aires.

La otra obra es una línea de 500 kV entre Río Diamante–Charlone– O’Higgins, que une Mendoza con Buenos Aires. Y la tercera es Puerto Madryn–Choele Choel–Bahía Blanca. Una línea de 500 kV que uniría Chubut con el sur de Buenos Aires. Las tres demandarán una inversión de más de US$ 2000 millones.