El 1,9% de inflación que dio a conocer el Indec para agosto le permitió al gobierno de Javier Milei lograr su objetivo de que el IPC no volviera a empezar con un 2 adelante e igualase el índice de julio. El Poder Ejecutivo alcanzó su meta gracias a una baja en el precio de los estacionales, pero también producto del endurecimiento de una intervención en la economía cada vez más férrea, con la que busca garantizar la escasez de pesos en circulación.
Con el nuevo dato de agosto, ya son tres los meses consecutivos en los que la inflación no baja, luego del 1,6% de junio y el 1,9% de julio últimos. Así, la suba de precios alcanzó un 33,6% interanual, el dato más bajo desde julio de 2018, destactó el ministro de Economía, Luis Caputo, en sus redes. De todos modos, en lo que va del año el incremento es del 19,5%, por lo que ya superó la estimación del Gobierno en el proyecto del Presupuesto 2025 (18,3%).
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La división de mayor aumento en el mes fue "Transporte" (3,6%) por la suba de los precios de los vehículos 0 km y los incrementos en combustibles, seguida de "Bebidas alcohólicas y tabaco" (3,5%), por incrementos en los cigarrillos.
Al contrario, la división "prendas de vestir y calzado" tuvo una deflación del 0,3%, mientras que "recreación y cultura" fue la segunda más baja, con un aumento de solo 0,5% tras los fuertes incrementos estacionales de julio. Los alimentos y bebidas, la división de mayor incidencia en la cifra final, también se desaceleraron significativamente y aumentaron solo un 1% en el mes.
Más intervención, misma inflación
A inicios del mes pasado, la estimación general era que la inflación superaría el 2% por algunas décimas debido a la fuerte suba del dólar de los últimos días de julio (de aproximadamente un 5%), que auguraba la presencia de pass through (traslado a precios) hasta entonces contenido.
Con el correr de las semanas, sin embargo, las consultoras moderaron sus pronósticos, que terminaron ubicándose en el rango del 1,8% al 2,1% mensual. Buena parte de esta moderación vino de la mano de un fuerte ajuste en el torniquete de la economía por parte del Gobierno, que hizo, otra vez, todo lo posible para evitar una alta circulación de pesos que se trasladara a precios.
De hecho, el primer día del mes el Banco Central duplicó los encajes, que terminaron agosto por encima del 50%, su mayor cifra en más de 32 años y, en paralelo, el Ministerio de Economía llegó a convalidar tasas anuales del 75% en las últimas licitaciones de títulos públicos. Frente a este escenario, los bancos aumentaron las tasas de plazos fijos a alrededor del 50% a mediados del mes pasado, disparando a su vez las tasas de los créditos productivos.
Al mismo tiempo, el BCRA volvió a intervenir en el mercado del dólar futuro (según algunos reportes, por más de 3.000 millones de dólares en agosto) para bajar expectativas y contener el precio actual de la divisa.
Así y todo, la inflación de agosto no bajó. De hecho, se mantuvo estable solo gracias a la baja en los estacionales, que tuvieron una deflación del 0,8%. Al contrario, la inflación núcleo (que excluye tanto estacionales como tarifas) se aceleró 0,5 puntos intermensual para alcanzar el 2%.
Este último dato indica que, efectivamente, puede haber habido algo de traslado a precios del aumento del dólar de fines de julio. Para la consultora C&T, de todos modos, este impacto del pass through fue "acotado": justamente el dólar subió un 5% en la última semana de julio y cerca de un 15% en todo el mes, por lo que el pasaje a precios no fue total. Para Sebastián Menescaldi, economista director de Eco Go, ello se debió precisamente a "la debilidad de la demanda", según señaló a El Destape.
Ciertamente, el traslado a precios no pareció alcanzar de manera significativa al consumo masivo, dada la desaceleración de la inflación en alimentos. Vale recordar aquí, de todos modos, que los proveedores ya habían enviado a los grandes supermercados listas con subas de hasta el 9% a inicios de agosto, justo antes de que el propio Milei asegurara en sus redes que los mismos supermercadistas habían rechazado las listas. La confirmación desde el sector, en verdad, llegó varios días después. ¿Una intervención más del gobierno liberal?
La baja inflación en alimentos se vio también en las leves subas de la Canasta Básica Alimentaria y la Canasta Básica Total, ambas de solo un 1%. Con todo, estas cifras llegan cuando el lanzamiento del nuevo IPC anunciado por el Indec ya se encuentra en tiempo de descuento, lo que servirá para, en los próximos meses, comparar, las variaciones con uno y otro índice.
Hacia adelante, la cuestión será si el Gobierno volverá a apostar todo a mantener estable la inflación hasta las elecciones o si, en cambio, buscará relajar la circulación de pesos a costa de un posible mayor aumento de precios. Para Menescaldi, esta última podría ser la opción elegida. "La inflación de agosto es tiempo pasado. Hay que ver cómo reacciona el mercado a la novedad de las elecciones, y también a la novedad de hoy, que es que el Gobierno está decidiendo reducir el apriete monetario", anticipó en referencia a la convalidación de tasas más bajas en la licitación de este miércoles.