Tras conocerse que la capacidad instalada volvió a bajar en junio, el mes de julio y la proyección inmediata para agosto tampoco lucen alentadoras para el sector. Además de seguir exhibiendo indicadores muy por debajo de su nivel de 2023, ahora la UIA salió a advertir por el efecto que tendrá entre los industriales las recientes subas de las tasas de interés.
En términos generales, la industria se encuentra mejor que en 2024, algo lógico teniendo en cuenta que enfrentó el año pasado un shock de costos por la brusca devaluación, junto con un fuerte enfriamiento de la actividad con el atraso salarial como una de sus anclas principales.
Sin embargo, en lo que va de 2025 entró en un amesetamiento que se mantiene en mínimos históricos, ya que a la pobre recuperación salarial se le suma ahora el atraso cambiario y la desregulación comercial que dieron paso a una enorme apertura importadora.
Muestra de ello es la capacidad instalada, que en junio se ubicó en el 58,8%. Es decir, unos 4 puntos por encima del 54,5% del mismo mes de 2024, pero 1,2% abajo de su nivel de mayo en la medición desestacionalizada, según reveló este jueves el Indec.
Mientras que algunas ramas clave en generación de empleo se mantuvieron por encima del promedio, como la de productos alimenticios y bebidas (62,7%), otros sectores estratégicos estuvieron incluso por debajo, como la industria automotriz (52,0%), los productos textiles (50,4%) y la metalmecánica excepto automotores (45,9%).
En cualquier caso, la capacidad instalada no logra despegar. El índice de junio fue, hasta ahora, el máximo de 2025, y en toda la era Milei no superó el 63,2% (de octubre de 2024). Al contrario, entre 2022 y 2023, ya en plena crisis inflacionaria, este indicador nunca bajó del 64% exceptuando los meses de diciembre y enero, estacionalmente bajos por las vacaciones.
El mal pronóstico de la UIA para julio y agosto
Este mismo panorama es el que se avizora en julio y, todo indica, también en los próximos meses. En su último informe de Actualidad industrial, publicado este jueves, el CEU de la UIA señaló que los datos anticipados del mes pasado indican una suba de la actividad industrial en torno a 2,8% en términos interanuales.
Sin embargo, y obviamente en línea con lo que muestra la capacidad instalada, en términos intermensuales proyecta que julio se haya mantenido "estable" y, por lo tanto, muy por debajo de 2022 y 2023.
Entre los indicadores de producción industrial, el único que subió significativamente en julio respecto al mes previo es el de despachos de cemento (+2,4%), mientras que hubo incrementos menores en la producción de aluminio (+0,9%) y el Consumo de energía eléctrica Grandes Usuarios Industriales (+1,6%).
"Al interior de la industria continúa la heterogeneidad sectorial, con sólo tres sectores recuperándose respecto al periodo acumulado de 2023 (los vinculados a la molienda, refinación de petróleo, y la producción de motos), y sólo dos sectores con recuperación productiva si se compara con el mismo periodo de 2022", advirtió el informe.
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Precisamente, de los seis indicadores de producción, solo la producción de aluminio se ubicó en julio por encima de 2023 (+2,1%). En cambio, frente a sus niveles de hace dos años los despachos de cemento registran la mayor retracción, con un -21,9%, seguidos por el Índice Construya, que baja -22,5%. La producción de autos cae -16,6%, mientras que el patentamiento de maquinaria industrial se reduce un -1,2%. En tanto, el consumo de energía eléctrica de grandes usuarios industriales desciende un -7,6%
Pero, además, parece poco probable que este panorama se modifique en el corto plazo, debido a que ahora se le agregó el factor de la fuerte suba de tasas de fines de julio e inicios de agosto. "El sector, sumado a una actividad amesetada, enfrenta un aumento de tasas que puede impactar en el crédito y el costo de capital de trabajo", advirtió la UIA en su informe.
De este modo, se refirió al incremento de la tasa de los plazos fijos, que se fue a alrededor del 30% en los bancos hace tres semanas y que, luego de la disparada del dólar de los últimos días del mes pasado, se ubica ahora entre un 37% y un 39% de TNA.
La suba de los encajes de este mismo jueves, que se mantendrán en un 50% hasta el 28 de noviembre para evitar una suba inflacionaria en plena campaña electoral, hace prever que los bancos no bajarán la tasa de los plazos fijos al corto plazo, necesitados de más fondos para tener liquidez.
En otras palabras, al poco dinero circulante se le agregará el alto costo de los créditos productivos, al menos por los próximos meses. Un escenario que anticipa que para la industria tendrá que seguir pasando el invierno ya en plena primavera.