Las entidades financieras le pidieron al Banco Central que les envíen 49,6 millones de dólares en billetes para tener disponibles este lunes en las sucursales bancarias y responder a los ahorristas que concurren a retirar los billetes, una práctica que es sostenida desde noviembre del año pasado, cuando terminó el blanqueo de capitales.
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La salida de depósitos de los bancos tiene un ciclo, marcado primero por el proceso de dolarización de ahorros vía compra por homebanking que hace subir durante algunos días el stock de depósitos en dólares y luego el proceso de salida, que se da tanto por el retiro por ventanilla de los pequeños ahorristas como la salida vía CCL.
Este proceso continuo de fuga de capitales se sostiene a dos semanas del nuevo pago de deuda que tiene que concretar el Gobierno nacional, del orden de los 4.300 millones de dólares el 9 de Julio en concepto de amortización y renta de los bonos Globales (de legislación extranjera) y los Bonares (de legislación local).
El Gobierno de Javier Milei y Luis Caputo esperaban para esta época tener la posibilidad de salir a los mercados financieros para la renovación del capital, como figura en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, pero esa posibilidad se esfumó por el consistente incremento del Riesgo País a lo largo del año, desde el pago de enero pasado.
La Tasa Interna de Retorno (TIR) de los dos bonos más representativos de la deuda argentina tienen un rendimiento de 13,5% el AL30 y de 12,2% el GD30, lo que se refleja en un Riesgo País de 726 puntos.
La otra apuesta de Milei y Caputo era que el mercado les reconozca el grado de “mercado emergente”, lo que hubiese disparado órdenes automáticas de compra de los activos financieros locales, bonos y acciones, de los grandes fondos de inversión que siguen protocolos de inversión.
La calificación la realiza MSCI (Morgan Stanley Capital International) y en la revisión anual que hizo la semana pasada consideró que la Argentina de Milei y Caputo no cumple con los requisitos mínimos de liquidez en su mercado de capitales y que el mercado de cambios está parcialmente cerrado a los inversores extranjeros.
Argentina está desde 2021 en la categoría financiera “standalone”, la peor de las clasificaciones, lo que la ubica fuera del radar de las inversiones y recién el próximo martes MSCI anunciará si en lo que resta del año estará entre los países bajo observación para reclasificarla recién en 2026 a mercado de frontera o, todavía un escalón más arriba, como mercado emergente.
La decisión de MSCI puede provocar incluso que algunos fondos de inversión que se habían adelantado a comprar activos financieros esperando una mejor calificación, lo que impulsaría a la suba los precios, ahora liquiden las posiciones y se apresuren a salir.
El Gobierno tiene depósitos por 3.956 millones de dólares en el Banco Central, lo que le permitiría cubrir el próximo vencimiento sin dificultades si se netea los pagos que corresponden a la tenencia de títulos públicos en poder de otros organismos del Estado, pero ni aún así convence de su solvencia.
La principal crítica que surge en los informes de los fondos y bancos de inversión siguen relacionadas a la incapacidad del banco Central de acumular reservas genuinas, vía la compra en el mercado de cambios.
El presidente Javier Milei es el que se opone a esa estrategia de acumular reservas, por lo que Caputo y su amigo y socio en la actividad privada, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, optaron por acumular dólares por la vía del endeudamiento tanto del Tesoro como del propio BCRA.
El Tesoro ya captó 1.500 millones de dólares colocando un bono nominado en pesos, con tasas de rendimiento que se ubican entre 13% y 15% en dólares. El Banco Central, en tanto, tomó un crédito REPO (crédito contra garantía en títulos públicos) por 2.000 millones de dólares y colocó otro bono Bopreal por 810 millones de dólares, llevando el total de la emisión al orden de los 13.000 millones de dólares.
Desde abril pasado, Argentina se endeudó con organismos internacionales y bancos y fondos de inversión por:
- Fondo Monetario Internacional: 12.409 millones de dólares
- Banco Mundial: 1.500 millones de dólares
- Banco Interamericano de Desarrollo: 500 millones de dólares
- Bonte: 1.500 millones de dólares
- REPO: 2.000 millones de dólares
- Bopreal: 810 millones de dólares
En total, fueron 18.719 millones de dólares (esta suma no contempla el nuevo endeudamiento en pesos, que surge de la capitalización de los intereses de la deuda que se va renovando cada mes) la deuda que tomó Milei, Caputo y Bausili en solo dos meses.
El mercado cree que ese ritmo es totalmente insostenible y que si no se aplica un programa económico que mejore el nivel de actividad interna para dar solvencia a la deuda en pesos y de acumulación de reservas para dar solvencia a la deuda en dólares, se cumplirá más temprano que tarde la advertencia del FMI: la deuda es sostenible, no con alta probabilidad…