La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) atraviesa un momento delicado en mayo, con una paritaria estancada y sin avances concretos, en un contexto de inflación sostenida y deterioro del poder adquisitivo. Mientras el gremio insiste en actualizar los sueldos, las escalas salariales permanecen congeladas desde marzo de 2025, generando malestar creciente en las principales plantas industriales del país.
Empleados metalúrgicos: escalas salariales vigentes en mayo
A la espera de una recomposición, los trabajadores metalúrgicos siguen cobrando según los valores establecidos hace dos meses. A continuación, un repaso por las escalas actuales según categoría y actividad:
Categorías Generales
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Grupo A – Personal Administrativo: $638.006,30 a $892.989,60
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Grupo B – Personal Técnico: $638.006,30 a $977.642,30
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Grupo C – Personal Auxiliar: $624.287,75 a $773.201,85
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Ayudantes obreros, aprendices y empleados: $556.464,03 a $664.770,69
Sector Automotor
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Grupo A – Administrativo: $781.961 a $1.131.212,97
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Grupo B – Técnico: $781.961 a $1.140.084,73
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Grupo C – Auxiliar: $752.236 a $988.345
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Ayudantes y aprendices: $606.265,96 a $723.260,83
Carrocerías (fabricación, reparación y montaje)
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Grupo A – Administrativo: $739.377 a $1.034.856
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Grupo B – Técnico: $739.377 a $1.133.133
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Grupo C – Auxiliar: $710.891 a $880.455
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Ayudantes y aprendices: $571.164 a $682.704
Bronceros, orfebres y afines
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Grupo A – Administrativo: $666.650 a $930.539
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Grupo B – Técnico: $666.650 a $1.022.298
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Grupo C – Auxiliar: $640.440 a $793.170
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Ayudantes y aprendices: $517.452 a $618.712
La falta de avances con las cámaras empresarias derivó en un endurecimiento del plan de lucha por parte de la UOM. En la planta de Acindar, en Villa Constitución (Santa Fe), los trabajadores iniciaron protestas que incluyeron una carpa frente a la fábrica y un paro parcial el 30 de abril.
El pedido de actualización salarial se da en un escenario de alta inflación, con un 3,7% registrado en marzo y expectativas similares para abril. Desde el sindicato exigen una recomposición que permita sostener el poder de compra de los trabajadores, en un contexto de caída de la actividad industrial y apertura de importaciones que afecta al empleo. Además, la política salarial del gobierno de Javier Milei, que promueve un tope del 1% mensual para los aumentos, ha generado rechazo entre los gremios. La falta de acuerdo en el Consejo del Salario también agravó la situación cuando el Gobierno decidió aprobar por decreto un aumento. La incertidumbre continúa y las próximas semanas serán decisivas para saber si se logra un entendimiento o si el conflicto se profundiza con nuevas medidas de fuerza.