Las medidas económicas del presidente Javier Milei impulsan la destrucción de la industria nacional. En este contexto crítico, Acindar volvió a paralizar esta semana la producción de acero en su planta de Villa Constitución y suspendió al 90 por ciento de sus más de 900 trabajadores hasta fin de año. El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) local, Pablo González, aseguró que "la situación es más que crítica".
Desde comienzos de 2025, ArcelorMittal aplica un esquema de suspensiones que garantiza a los trabajadores el 75% del salario, vigente hasta diciembre, acompañado de un plan de retiros voluntarios. En diálogo con El Destape, González advirtió que, sin esa medida, los empleados estarían “en condiciones paupérrimas”. Aunque denunció que la empresa busca desde hace tiempo reducir personal, particularmente tras el cierre definitivo del tren laminador número dos en 2024.
Además, explicó que, en la última semana, se sumó el parate de la planta de alambre, lo que incrementó el alcance de las suspensiones que se aplicaron en agosto por "caída en las ventas" y "ajuste de stock". Las tareas de producción arrancarán este miércoles de forma escalonada, con las operaciones en el "tren uno", que incluye hierro, y también en el "tren tres", relacionado con aceros especiales.
Si bien en los períodos de inactividad se realizan tareas de mantenimiento, González sostuvo que, por la frecuencia de los parates, ya casi no queda trabajo preventivo por hacer. Como ejemplo, mencionó la planta de reducción directa, que permaneció cuatro meses parada y solo volvió a funcionar por veinte días antes de anunciar un nuevo freno hasta 2026.
El representante de la UOM aseguró que la crisis actual se debe a las políticas del gobierno de Milei, especialmente con "la falta de obra pública y de inversión privada en construcción", además del ingreso de productos importados, incluido acero. A su juicio, la combinación de estas medidas generó un “parate tan grande que no se vivió en los últimos cuarenta años de la planta”.
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Si bien el debut del sello de La Libertad Avanza (LLA) en territorio santafesino este año dejó mucho que desear, el candidato libertario Matías Tomasi se impuso con el 34% de los votos en las elecciones municipales en Villa Constitución y el espacio se aseguró dos de las cuatro bancas en juego en el Concejo Municipal. Esto marca un verdadero "tiro en el pie" por parte de una de las regiones históricamente industriales del país, que sufre las políticas del Gobierno nacional.
Actualmente, Acindar cuenta con cinco plantas en el país: Villa Constitución, Rosario, San Nicolás, La Tablada y Villa Mercedes. Por el momento, la medida afecta únicamente a la primera, aunque no se descarta su extensión a otras unidades productivas.
El impacto recesivo de Milei
La suspensión de actividades en Acindar no es un hecho aislado, sino el síntoma de un sector siderúrgico en caída, marcado por la debilidad del mercado interno y la competencia de importaciones. A fines de julio, también por falta de demanda, ya había frenado su actividad, afectando a unos 200 operarios. Mientras que tan solo un mes después, la acería detuvo otra vez su producción y aplicó suspensiones masivas.
En 2024, Acindar produjo apenas 600 mil toneladas de acero, la mitad de lo alcanzado en 2023, cuando se superó el 1,2 millón. “En un año normal, tirando a bajo, se producen alrededor de un millón”, admitieron desde la propia compañía.
La paralización de la obra pública nacional, denunciada por la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), redujo drásticamente la demanda de acero y frenado cualquier expectativa de recuperación para los sectores metalúrgico y manufacturero. Según uno de los últimos informes de la Cámara Argentina del Acero, la producción de acero crudo alcanzó 320.100 toneladas en junio, con una baja mensual del 8,6%, aunque con un repunte interanual del 16,5%.
A la debilidad del mercado interno se suma la presión de las importaciones, principalmente desde China y Brasil. Con menos trabas burocráticas, ingresan al país acero, aluminio y materiales de construcción a precios más bajos que los nacionales.
Durante junio, los laminados llegaron a 262.500 toneladas, lo que representó una caída del 20,9% respecto de mayo, pero una mejora del 12,2% en comparación con igual mes de 2024. Desde el sector advirtieron que “estos números son sin tener todavía el impacto de la apertura de las importaciones, con China como principal competidor”.