La administración Milei avanza con el desguace del entramado energético del país, con la privatización de las centrales hidroeléctricas, la entrega del plan nuclear argentino a una sociedad radicada en suelo norteamericano y la explotación de uranio también comprometida a intereses extranjeros. Todo esto en nombre de la (falaz) “eficiencia del Estado” pero que esconde un esquema de negocios y flujo de divisas avalado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) que nada tienen que ver con el desarrollo nacional.
La crueldad del despojo avanza aunque al mismo tiempo se van construyendo otras narrativas de resistencia. Durante toda la jornada del último viernes se llevó adelante el primer Cabildo Abierto por la Soberanía Energética, organizado por la CTA de Hugo Yasky, la CTA Autónoma de Hugo “Cachorro” Godoy y el Centro de Estudios de la Energía, presidido por Gerardo Ferreyra. El encuentro tuvo lugar en la Universidad Nacional de Entre Ríos.
Los principales oradores fueron Rodolfo Kempf, físico, coordinador de Transición Energética en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Industria (CNTI), investigador de la CNEA, especialista en combustibles nucleares y residuos radiactivos; Roberto Daoud, vicepresidente del Organismo de Control de Energía Eléctrica (OCEBA); Agustina Sánchez, directora de la diplomatura en energía y soberanía – UMET- UTN – OCIPEX; y Ferreyra, ex preso político durante la gestión de Mauricio Macri.
El diagnóstico unánime sobre el despojo de las políticas llevadas adelante por La Libertad Avanza no invalidó la posibilidad de pensar a futuro. “Nosotros seguimos una suerte de mandato como científicos y trabajadores, heredado de nuestros 22 compañeros desaparecidos en la CONEA durante la última Dictadura Cívico Militar. Nuestras banderas son energía abundante, avanzar en un proceso de industrialización, planificar qué producir y para qué. Nos proponemos la integración de todas las áreas de la energía en función de un proyecto de país con soberanía y desarrollo”, sostuvo el científico Rodolfo Kempf.
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Los dueños del uranio
El desguace del plan nuclear aparece en el centro de la política energética de la administración Milei. “El Gobierno nacional ha tirado por la borda una obra que estaba avanzada en un 60%. Estamos hablando del proyecto CAREM. Ahora quedó todo abandonado pero son los propios trabajadores los que están preservando toda la infraestructura”, sostuvo Kempf al inicio de su exposición.
Los trabajadores del Estado, siempre presentes, por eso el ataque sistemático hacia ellos. Un ejemplo similar ocurrió en 2016, cuando los propios obreros de YCRT se habían puesto al hombro la preservación de los activos de la mina y la mega usina térmica, también abandonada.
La entrega de los recursos naturales y los activos claves del país ocurre día a día; la propia vorágine de las medidas de shock que siguen lanzando desde el Poder Ejecutivo con sus servicios de inteligencia digitales hace que dicho despojo, en muchas ocasiones, quede debajo del radar.
La ley de bases estableció la privatización del 49 por ciento del paquete accionario de Nucleoeléctrico Argentina (NA-SA), sumado a la clausura del reactor de diseño nacional CAREM con el objetivo de abrir paso a una iniciativa financiera junto a una empresa radicada en Delaware pero creada por ex empleados de Embalse.
“La empresa se llama Meitner Energy, promueven los reactores ACR 300 junto a la promesa de una ciudad nuclear que abastezca de datacenters para la Inteligencia Artificial en la Patagonia y la exportación de uranio”, advirtió Kempf. Este proyecto lleva la firma de Demian Reidel, ex asesor presidencial y ahora titular de NA – SA.
Este proyecto nuclear viene asociado a las presiones de un puñado de empresas radicadas en Chubut para la extracción y exportación de uranio. En marzo de este año, el Ministerio de Hidrocarburos de la provincia de Chubut – cuyo gobernador es Ignacio Torres- intimó a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) a que devuelva las minas de uranio que el organismo posee en concesión desde la constitución de 1994.
Por debajo del paralelo 40 la tasa de concentración de Uranio es bastante relevante. Allí se encuentra Cerro Solo, el mayor yacimiento en el país. La principal empresa radicada en Chubut se llama UrAmérica y controla 59 permisos de exploración y concesiones mineras en 220.000 hectáreas sobre la meseta central de la provincia donde se encuentran los proyectos Meseta Central, Laguna Colorada y Laguna Salada.
El dueño de UrAmérica Argentina se llama Omar Adra y en 2018 había acompañado a Mauricio Macri en la firma de un memorándum junto a Rusia para la extracción de uranio. En Río Negro, la otra empresa interesada en este recurso se llama Blue Sky Uranium Corp, una compañía del holding canadiense Grosso Group, dueña de la local Minera Cielo Azul. La empresa le pertenece Joseph Grosso; su más reciente socio es Eduardo Eurnekian, dueño de la Corporación América y padrino “político” de Milei y varios de sus ministros.
Ante este escenario, Kempf advirtió: “La Ley 24.804 exige que los minerales de uranio garanticen el abastecimiento del combustible nuclear para nuestras centrales. La iniciativa del Gobierno podría romper este mínimo acuerdo de autonomía tecnológica en nuestro ciclo de combustible nuclear. La soberanía pasa por la posibilidad de desarrollar toda la cadena vinculada a nuestros minerales y el abastecimiento de las centrales nucleares”.
Desguace sociedad anónima
El desguace es planificado. “Mejorar la eficiencia de las empresas estatales y desarrollar un programa de privatización transparente (mediados de noviembre de 2025), donde también se prevé el apoyo técnico y financiero del BID”, puede leerse en el último Staff Report del FMI. El Fondo le ordenó a Milei que le pusiese un plazo certero al esquema de entrega de los recursos naturales vía privatizaciones
El viernes pasado se publicó en el Boletín Oficial la orden para comenzar el proceso de venta de un conjunto de centrales hidroeléctricas cuyos pliegos deberían conocerse dentro de los próximos 60 días. El despojo de los recursos naturales se sustenta en la Ley de Bases, un plexo normativo de legalidad fraguada que fue ideado para continuar con las reformas del Estado de la década menemista.
“Tenemos Yacyreta, el Comahue, Salto Grande y otras centrales hidroeléctricas. Durante el primer semestre de este año debimos importar un 250% más de electricidad comparado con el mismo período del año anterior. Tenemos un sistema eléctrico saturado al borde del colapso. Sube un poco la temperatura y nos quedamos sin electricidad. Bajan las temperaturas y hay que cortar el gas. Hoy pagamos 106 dólares el megavatio. Es irrisorio”, sostuvo Agustina Sánchez, directora de la diplomatura en energía y soberanía – UMET- UTN – OCIPEX.
El plan es sistémico. Por eso desde el Gobierno nacional están dejando caer Yacimientos Carboníferos Río Turbio, convertida en una sociedad anónima con la pretensión de privatizarla o liquidarla.
“El precio internacional del carbón ronda los 400 dólares. Pero Argentina incrementó las importaciones de este mineral en un 180% cuando la cuenca de Río Turbio posee reservas comprobadas por 700 millones de toneladas”, agregó Sánchez.
Durante la gestión de CFK, el área de energía a cargo de Julio De Vido había cumplido “el sueño de los 14 mineros”, es decir la construcción de una usina termoeléctrica de 240 MV en honor a los trabajadores que habían muerto en el accidente de 2004. Para 2015, la empresa estaba lista para entregar energía al interconectado eléctrico. Macri paralizó la obra y la judicializó El Frente de Todos tampoco la pudo reflotar. Ahora la quieren rematar.
Otro futuro energético es posible
Ante el avance de la crueldad libertaria, surgen espacios de discusión política que construyen otra narrativa sobre el devenir del país.
“Hay que hacer algo con la balcanización de nuestros recursos naturales. Esta es una propuesta a futuro. Si uno recorre Vaca Muerta, la sensación que queda es que el recurso se lo disputan entre un conjunto de provincias, donde Neuquén dice ´esto es mío´. En esta puja, Río Negro pide una compensación. También podemos citar la puja entre la provincia de Buenos Aires y Río Negro por la fallida planta de licuefacción. Tenemos que construir un proyecto alternativo en conjunto con las provincias”, lanzó Roberto Daoud, vicepresidente del Organismo de Control de Energía Eléctrica (OCEBA).
La Constitución Nacional sostiene que las provincias son las dueñas originarias de los recursos pero la jurisdicción es nacional. Los tratados internacionales también le otorgan a la Nación la facultad de planificar sobre sus recursos. “Tenemos que salirnos de esta balcanización de los recursos en post de un proyecto integral de desarrollo”, propuso Daoud.
La Ley de Bases metió una transformación trascendental al dar de baja la ley 26.741, donde se declaraba el interés público sobre el autoabastecimiento hidrocarburos, proyecto clave que acompañó la recuperación de la empresa petrolera de bandera en 2012. “Hoy lo que prima es la maximización de la renta para unos pocos. Pasamos de un paradigma sobre escases a otro de la abundancia. ¿Y para qué? Tenemos que darnos el debate sobre un proyecto propio. Esto es urgente”, propuso Daoud.
Como corolario del primer Cabildo Abierto por la Soberanía Energética pueden citarse las palabras de Gerardo Ferreyra (paradójicamente el primero en tomar la palabra), que fueron en línea con lo esbozado por el vicepresidente del Organismo de Control de Energía Eléctrica.
Esa integración regional energética no va a llegar de arriba hacia abajo. “Otro destino es posible, ahora”, arengó Ferreyra. Y propuso la creación de una suerte de Consejo de Estado Nacional que empiece a pensar “ya mismo” en los proyectos claves que necesita el país en términos energéticos “para que estén listos cuando Milei quede, finalmente, fuera del Gobierno ya sea en las urnas o por un juicio político”. El planteo es de abajo hacia arriba, con una réplica de consejos municipales y provinciales.
“Obviamente, cualquier proyecto de desarrollo futuro incluye la necesidad de contar con nuestra soberanía financiera, y eso implica – tal como lo pensaba Néstor Kirchner- sacarnos de encima al FMI”, concluyó el titular del Centro de Estudios de la Energía.