La cadena de proveedores de la actividad petrolera, uno de los pocos sectores que mantiene un ritmo positivo de actividad, está atravesando un impasse productivo. Según datos relevados por el Grupo Argentino de Proveedores Petroleros (GAPP), se registra una caída del 26% interanual en la cantidad de equipos de perforación activos, sumado a una alta capacidad ociosa en las PyMEs proveedoras y la paralización de órdenes de compra. Un relevamiento de la entidad, asegura que un 53% de las pymes encuestadas señaló niveles medios de ociosidad (capacidad instalada no utilizada) de entre el 25% y el 50%.
"Advertimos que las operadoras están a la expectativa de cómo impactará la coyuntura nacional e internacional. Esperamos que la situación pueda revertirse en el corto plazo, ya que es fundamental avanzar con obras de infraestructura clave y destrabar proyectos estratégicos. Nos preocupa que el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) y otras medidas aperturistas puedan crear condiciones de competencia desleal para nuestras PyMEs, importando bienes que ya se fabrican en el país o permitiendo el ingreso de equipos usados", señala el informe del GAPP.
Las PyMEs Industriales ocupan un lugar virtuoso en la cadena de valor de Oil&Gas, gracias a su efecto multiplicador en la economía, el conocimiento, el desarrollo federal y la generación de empleo de alto valor agregado. Se trata de unas 7.000 empresas que generan más de 200.000 puestos de trabajo, y que abarcan el 75% del empleo involucrado en el sector (frente al 25% que representan las operadoras).
Desde GAPP evalúan que "Argentina se encuentra ante una de las mayores oportunidades de su historia para desarrollar una matriz productiva basada en el conocimiento y el valor agregado local" y resaltan que Vaca Muerta, junto con los proyectos de litio y cobre posicionan al país estratégicamente en el escenario energético global. "Detrás de cada gran proyecto hay válvulas, bombas, trampas para scrapper, sistemas de gestión, obras de instrumentación, de electrificación, electromontaje de tableros, transformadores; un universo vasto de fabricación nacional", resaltan.
La cadena de proveedores cuenta con una enorme capacidad de inversión, adaptación y compromiso. Ampliamos nuestra capacidad productiva y tecnológica para estar a la altura de los proyectos que promete el crecimiento del no convencional y la minería. Sin embargo, esa capacidad instalada hoy no funciona en su plenitud.
De acuerdo con la encuesta de la entidad, el 8% de las empresas sostiene tener una capacidad ociosa muy alta (superior al 60%), mientras que un 16% reportó niveles altos (entre el 50% y 60%); un 53% informó niveles medios de ociosidad (entre el 25% y el 50%); el 22% informó que opera con niveles bajos (entre el 10% y el 25%) y solo el 2% está con capacidad completa (menos del 10% de ociosidad).
En cuanto a las expectativas de corto y mediano plazo, "ningún participante se mostró altamente optimista (0%)". El 31% expresó una visión optimista o expectante, mientras que el 49% adoptó una postura moderada o cautelosa, y el 20% se manifestó directamente preocupado por la evolución del mercado.
El GAPP viene de representar a más de 250 PYMES proveedoras del sector energético en la Feria Argentina Oil & Gas 2025, que se llevó a cabo esta semana en La Rural de Buenos Aires. Leonardo Brkusic, director ejecutivo del GAPP, destacó: “La cadena de proveedores cuenta con una enorme capacidad de inversión, adaptación y compromiso. Muchas empresas ampliaron su capacidad productiva y tecnológica para estar a la altura de los proyectos que promete el crecimiento del no convencional y la minería. Hoy tenemos un entramado industrial con infraestructura instalada, personal capacitado y un alto grado de conocimiento técnico. La Feria fue una oportunidad para mostrar este potencial”.
Sobre el contexto que atraviesa el sector, detalló: “Esperábamos un mejor 2025; hoy estamos atravesando un valle de actividad. Si bien viene avanzando fuertemente Vaca Muerta, la reconfiguración del mercado convencional más la llegada de nuevos actores tomando nuevas áreas hacen que se dilate el despegue de la actividad, sumado a un contexto internacional que no colabora por el precio del crudo”. En esa línea, advirtió que “es un momento difícil para las empresas proveedoras PYMES, por lo complicada que está la situación del crédito en general" y bregó por condiciones de competencia: “Estamos de acuerdo en que las inversiones son necesarias para que haya trabajo. Pero queremos jugar con las mismas reglas de juego, sin cancha inclinada, con seguridad jurídica“.