Al menos 25 niños figuran entre las 27 víctimas mortales sacadas de entre los edificios calcinados tras estrellarse un avión de la Fuerza Aérea de Bangladés que realizaba una misión de entrenamiento en el campus de una universidad y una escuela en Daca.
Según informaron el martes fuentes oficiales, 88 personas están hospitalizadas.
El avión F-7 BGI se estrelló poco después de despegar a las 13:06 horas (0706 GMT) del lunes de la base aérea de Kurmitola, en la capital, en una misión rutinaria de entrenamiento. Según el ejército, el avión sufrió un fallo mecánico.
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Las imágenes mostraban a los equipos de rescate buscando entre los escombros de los edificios calcinados, mientras los familiares, angustiados, rodeaban el lugar.
Sayedur Rahman, ayudante especial del consejero jefe de Sanidad, dijo a los periodistas que 27 personas habían muerto y 88 estaban ingresadas en el hospital con quemaduras. Entre los fallecidos había 25 niños, un profesor y el piloto.
El gobierno anunció un día de luto, con banderas a media asta y oraciones especiales en todos los lugares de culto.
El F-7 BGI es la última y más avanzada variante de la familia de aviones Chengdú J-7/F-7 de China, según Jane's Information Group. Bangladés firmó un contrato por 16 aviones en 2011 y las entregas se completaron en 2013.
El incidente se produce cuando la vecina India sigue lidiando con la peor catástrofe aérea del mundo en una década, después de que un avión de Air India se estrellara el mes pasado contra el albergue de una facultad de medicina en Ahmedabad, matando a 241 de las 242 personas a bordo y a 19 en tierra.
Con información de Reuters
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