Starmer gana votación en el Parlamento sobre la reforma de la asistencia social en Reino Unido

01 de julio, 2025 | 16.26

Los legisladores británicos dieron el martes su aprobación inicial a los planes del primer ministro Keir Starmer de recortar las prestaciones por discapacidad, después de que una rebelión en su Partido Laborista obligara al gobierno a abandonar una reforma clave, al menos de momento.

Los parlamentarios aprobaron por 335 votos a favor y 260 en contra las reformas destinadas a cambiar algunas normas para que las personas puedan solicitar determinadas prestaciones por discapacidad y enfermedad.

Un año después de obtener una de las mayorías parlamentarias más holgadas de la historia británica, Starmer ha visto cómo sus índices de aprobación personal se desploman y se ha visto obligado a dar marcha atrás en varias políticas por la creciente rebeldía de sus legisladores.

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

"La reforma de la asistencia social, seamos sinceros, nunca es fácil, quizá especialmente para los gobiernos laboristas", dijo al Parlamento la ministra de Trabajo y Pensiones, Liz Kendall.

Starmer llegó al cargo el año pasado prometiendo que su amplia mayoría parlamentaria pondría fin al caos político que definió gran parte de los 14 años del Partido Conservador en el poder. No obstante, la revuelta en torno al proyecto de ley de protección social pone de manifiesto las dificultades que tiene para sacar adelante decisiones impopulares.

En un principio, el gobierno esperaba ahorrar 5.000 millones de libras esterlinas (6.900 millones de dólares) al año de aquí a 2030 endureciendo las normas para que las personas reciban prestaciones por discapacidad y enfermedad.

Sin embargo, tras ceder a la presión de sus legisladores, el gobierno dijo que las nuevas normas se aplicarán sólo a los futuros solicitantes y no a los millones de solicitantes actuales, como se había propuesto. Los analistas estiman que el ahorro rondará los 2.000 millones de libras.

Rachael Maskell, una de las principales rebeldes laboristas, calificó los recortes de "dickensianos" y dijo que "pertenecen a otra época y a otro partido". Su colega Paula Barker calificó el intento de aprobar los planes como "el espectáculo menos edificante que he visto nunca".

(Editado en español por Carlos Serrano)