Durante mayo de 2025, la provincia de Formosa experimentó una caída del 24,1% en términos reales en las transferencias automáticas nacionales respecto al mismo mes del año pasado, ubicándose por debajo de la media nacional, que fue de 23,3%. La cifra, ajustada por una inflación estimada en 2,1% para ese período, representa uno de los registros más bajos del país. Así lo detalló un informe elaborado por una consultora privada, en base a datos de la Dirección Nacional de Asuntos Provinciales (DNAP) y del INDEC.
La merma en los envíos automáticos se explica principalmente por la baja en la recaudación del Impuesto a las Ganancias, que en mayo de 2024 había tenido un comportamiento excepcional debido a la devaluación y la revalorización de balances empresariales. En cambio, este año no se repitieron esos factores, generando una caída brusca en los recursos distribuidos.
A pesar de este panorama adverso, desde el Gobierno provincial destacan que Formosa continúa exhibiendo orden fiscal. “Formosa ha demostrado en todo este tiempo siempre el orden en las cuentas públicas”, aseguró Miguel Antinori, subsecretario de Hacienda y Finanzas. En ese sentido, enfatizó que la provincia sostiene su equilibrio financiero “incluso tras la pandemia, caídas en la recaudación nacional y distintos momentos del ciclo económico”.
Antinori advirtió que existe una política deliberada por parte del Gobierno de Javier Milei para ejercer presión sobre las provincias. “Una característica de este Gobierno nacional es el ahogo a las distintas jurisdicciones”, sostuvo, y señaló que las únicas excepciones son “apoyos puntuales a algunas administraciones” mediante remesas discrecionales que reemplazan a los fondos automáticos que les corresponden por ley.
En mayo, Formosa recibió $191.487 millones en concepto de transferencias automáticas. No obstante, esa cifra representa una pérdida significativa del poder adquisitivo respecto al año anterior.
A nivel nacional, el total distribuido a las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue de $5,57 billones. Dentro de este total, el 93% correspondió a Coparticipación Federal de Impuestos, que cayó un 26,3% interanual en términos reales. La mayor incidencia negativa provino del Impuesto a las Ganancias, cuya recaudación se desplomó un 39,9% real interanual. También se observaron bajas en otros tributos coparticipados como el IVA (-1,1%) y otros impuestos menores (-5,0%). En contraste, algunos gravámenes específicos como los Impuestos Internos, los Combustibles Líquidos y el Régimen de Energía Eléctrica mostraron subas, aunque insuficientes para revertir la tendencia general.
Desde la administración provincial insisten en que esta caída generalizada afecta directamente el funcionamiento de los estados subnacionales, y que la política de desfinanciamiento sistemático debe ser revertida para garantizar el federalismo fiscal y la equidad de presupuesto en todo el territorio nacional.