Colas de fieles se agolparon en la Basílica de San Pedro durante toda la noche y en las primeras horas del viernes, en el último día para despedir al papa Francisco antes de su funeral el sábado.
La basílica permaneció abierta durante casi toda la noche y solo cerró sus puertas durante tres horas, entre las 2:30 hora local (0030 GMT) y las 5:30 de la madrugada.
El cuerpo del pontífice argentino de 88 años, que falleció el lunes en sus habitaciones de la hospedería Santa Marta del Vaticano tras sufrir un derrame cerebral, fue trasladado el miércoles a la basílica en una solemne procesión.
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Desde entonces casi 130.000 personas de todo el mundo se han despedido del pontífice, informó el Vaticano.
"Lo que me sorprendió fue su determinación de servir a la Iglesia y amar a su pueblo con todas sus energías, hasta el final", dijo el cardenal italiano Giovanni Battista Re, jefe de ceremonias del Colegio Cardenalicio y vaticanista jubilado, al diario italiano La Repubblica, en una entrevista publicada el viernes.
Es poco probable que el cónclave para elegir al nuevo pontífice comience antes del 6 de mayo. Mientras tanto, los cardenales presentes en Roma que han asumido el control temporal de la Iglesia católica romana de 1.400 millones de miembros, se reúnen a diario en la llamada Congregación General.
El viernes por la tarde, al final de su velatorio en la basílica, el féretro de Francisco se cerrará en privado en presencia de unos pocos ayudantes.
La ciudad se prepara para la llegada de cientos de delegaciones de alto nivel que asistirán al funeral, incluido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que volará a Roma a última hora del viernes.
Con información de Reuters
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