Israel está estudiando una respuesta revisada de Hamás a una propuesta de acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes, dijo el jueves la oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu, mientras los ataques aéreos y terrestres israelíes seguían golpeando la Franja de Gaza.
Hamás confirmó que había entregado una nueva propuesta, pero no reveló su contenido. Una versión anterior, presentada a última hora del martes, fue rechazada por los mediadores por insuficiente y ni siquiera fue transmitida a Israel, según fuentes conocedoras de la situación.
Ambas partes se enfrentan a una enorme presión dentro y fuera de la región para alcanzar un acuerdo, ya que las condiciones humanitarias dentro de Gaza se están deteriorando drásticamente en un escenario de hambruna generalizada y aguda en el enclave palestino que ha conmocionado al mundo.
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Medios locales citaron a un alto responsable israelí, que dijo que el nuevo texto era algo con lo que Israel podía trabajar. Sin embargo, el Canal 12, de Israel, afirmó que no se podía llegar a un acuerdo rápido, ya que seguían existiendo diferencias entre ambas partes, por ejemplo sobre el lugar al que debería retirarse el ejército israelí durante una tregua.
Un alto cargo palestino cercano a las conversaciones dijo a Reuters que la última postura de Hamás era "flexible, positiva y tenía en cuenta el creciente sufrimiento de Gaza y la necesidad de poner fin a la hambruna".
Decenas de personas han muerto de inanición en Gaza en las últimas semanas a medida que una ola de hambre se abate sobre el enclave palestino, según las autoridades sanitarias locales. La Organización Mundial de la Salud informó el miércoles de que 21 niños menores de cinco años se encontraban entre los fallecidos por desnutrición en lo que va de año.
Israel, que cortó todos los suministros a Gaza desde principios de marzo y los reabrió con nuevas restricciones en mayo, afirma que se compromete a permitir la entrada de ayuda, pero que debe controlarla para evitar que sea desviada por los milicianos.
Afirma que ha dejado entrar alimentos suficientes para los 2,2 millones de habitantes de Gaza en el transcurso de la guerra y culpa a las Naciones Unidas de la lentitud en su entrega. La ONU afirma que está operando con la mayor eficacia posible bajo las condiciones impuestas por Israel.
La guerra entre Israel y Hamás dura ya casi dos años, desde que Hamás matara a unas 1.200 personas y tomara 251 rehenes en el sur de Israel, el ataque más mortífero de la historia de Israel.
Desde entonces, Israel ha matado a casi 60.000 palestinos en Gaza, ha diezmado a Hamás como fuerza militar, ha reducido a ruinas la mayor parte del territorio y ha obligado a casi toda la población a huir de sus hogares en múltiples ocasiones.
El jueves, las fuerzas israelíes atacaron las ciudades de Nuseirat, Deir al-Balah y Bureij, en el centro de Gaza.
Responsables de salud del Hospital Al-Awda dijeron que tres personas murieron en un ataque aéreo contra una casa en Nuseirat, otras tres murieron por bombardeos de tanques en Deir al-Balah, y ataques aéreos separados en Bureij mataron a un hombre y una mujer e hirieron a varios más.
El Hospital Nasser dijo que tres personas murieron por disparos israelíes cuando buscaban ayuda en el sur de Gaza, cerca del llamado eje Morag, entre Jan Yunis y Ráfah. El ejército israelí dijo que milicianos palestinos habían disparado un proyectil durante la noche desde Jan Yunis hacia un lugar de distribución de ayuda cerca de Morag. No estaba claro de inmediato si los incidentes estaban relacionados.
Con información de Reuters