Los ministros europeos de Asuntos Exteriores se reunirán el viernes con su homólogo iraní con el objetivo de crear una vía de retorno a la diplomacia sobre su controvertido programa nuclear, a pesar de que Estados Unidos está considerando activamente sumarse a los ataques israelíes contra Irán.
Los ministros de Reino Unido, Francia y Alemania, conocidos como el E3, así como el responsable de Política Exterior de la Unión Europea, hablaron con Abás Araqchi esta semana y han estado coordinándose con el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio.
En una llamada poco habitual, insistieron ante Araqchi en la necesidad de volver a la mesa de negociaciones y evitar una nueva escalada. A sugerencia de Irán, ambas partes acordaron reunirse cara a cara.
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Las conversaciones se celebrarán en Ginebra, donde en 2013 se alcanzó un acuerdo inicial entre Irán y las potencias mundiales para frenar su programa nuclear a cambio del levantamiento de las sanciones, antes de un acuerdo global en 2015. Llegan después de que las negociaciones entre Irán y Estados Unidos fracasaran cuando Israel lanzó lo que llamó Operación León Naciente contra las instalaciones nucleares y la capacidad balística de Irán el 12 de junio.
"Los iraníes no pueden sentarse con los estadounidenses mientras que nosotros sí", dijo un diplomático europeo. "Les diremos que vuelvan a la mesa para discutir la cuestión nuclear antes del peor de los escenarios, al mismo tiempo que plantearemos nuestra preocupación por sus misiles balísticos, el apoyo a Rusia y la detención de nuestros ciudadanos."
Las potencias europeas, que no formaron parte de las negociaciones nucleares de Irán con Estados Unidos, se habían sentido cada vez más frustradas por la estrategia de negociación estadounidense en las conversaciones. Consideraban poco realistas algunas de las exigencias, al mismo tiempo que temían la posibilidad de un marco político inicial débil que condujera a negociaciones abiertas.
Dos diplomáticos afirmaron que no había grandes expectativas de lograr un gran avance en Ginebra, donde también asistirá el responsable de Política Exterior de la Unión Europea.
Pero afirmaron que era vital entablar negociaciones con Irán porque, una vez finalizada la guerra, el programa nuclear iraní seguiría sin resolverse, ya que sería imposible erradicar los conocimientos técnicos adquiridos, lo que le dejaría potencialmente en condiciones de reconstruir clandestinamente su programa.
Un responsable iraní dijo que Teherán siempre ha acogido con satisfacción la diplomacia, pero instó al E3 a utilizar todos los medios disponibles para presionar a Israel para que detenga sus ataques contra Irán.
"Irán sigue comprometido con la diplomacia como única vía para resolver las disputas, pero la diplomacia está siendo atacada", dijo.
Antes de los ataques de Israel, el E3 y Estados Unidos presentaron una resolución que fue aprobada por la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), organismo de control de la ONU, en la que se declaraba que Irán había incumplido sus obligaciones en materia de no proliferación nuclear.
Como parte de la resolución del OIEA de la semana pasada, los funcionarios europeos habían dicho que podrían remitir a Irán al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas más adelante en el verano para añadir presión sobre Irán si no había progreso en las conversaciones nucleares.
Esto sería distinto a la reimposición de sanciones de la ONU, conocida como mecanismo de "snapback", antes del 18 de octubre, cuando expira el acuerdo de 2015.
Los europeos son los únicos que pueden poner en marcha el mecanismo de retirada y los diplomáticos afirman que los tres países han tratado de fijar un plazo final a finales de agosto para ponerlo en marcha.
"Irán ha dicho en repetidas ocasiones que poner en marcha el mecanismo de retirada tendrá graves consecuencias", dijo el responsable iraní.
(Redacción de John Irish, edición de Alexandra Hudson; edición en español de María Bayarri Cárdenas)