Ni una menos: La Rioja se sumó al pedido de justicia por las víctimas del triple femicidio

El pasado sábado, cientos de riojanos se movilizaron por Morena Verri, Brenda Del Castillo y Lara Gutiérrez, las tres jóvenes asesinadas en Florencio Varela.Con carteles y consignas, se sumaron al grito colectivo contra la violencia de género.

29 de septiembre, 2025 | 14.45

El pasado sábado, miles de personas marcharon en todo el país para exigir justicia por Morena, Brenda y Lara, víctimas del triple femicidio que conmocionó a la sociedad. La Rioja no fue la excepción: en la plaza 25 de Mayo, cientos se congregaron para sumar su voz a un reclamo que resuena con fuerza en cada rincón de la Argentina. Con carteles, consignas y un grito unificado de “Ni una menos”, la capital riojana se convirtió en el epicentro local de una jornada marcada por el dolor, la memoria y la exigencia de justicia.

En la capital riojana, la concentración comenzó a las 19 en la plaza 25 de Mayo, epicentro social y político de la ciudad. Los cánticos y carteles de las manifestantes se entremezclaron con la feria habitual de los fines de semana, generando una postal tan cotidiana como conmovedora. Aunque no todos los presentes se sumaron a la marcha, muchos acompañaron con gestos y palabras de aliento, dejando en claro que la consigna “Ni una menos” atraviesa, interpela y une a toda la sociedad.

Aunque la movilización transcurrió de manera pacífica, no estuvo exenta de tensiones. En un momento, varios automovilistas intentaron avanzar sobre la calle que el grupo ocupaba durante la protesta. La reacción fue inmediata y colectiva: “Vecino, vecina, no sea indiferente, nos matan a las pibas en la cara de la gente”, corearon al unísono las manifestantes. Ante la fuerza del reclamo, los vehículos se vieron obligados a desviarse, dejando en evidencia que la lucha por ser escuchadas sigue encontrando resistencias incluso en lo cotidiano.

Durante la jornada, se escucharon con fuerza consignas como “¡Justicia ya!” y “¡El Estado es responsable!”, acompañadas de duras denuncias contra la violencia patriarcal y la ausencia de políticas públicas efectivas para prevenir los femicidios. El clima estuvo atravesado por el dolor, la bronca y el hartazgo, pero también por un profundo sentido de unidad y determinación. Cada consigna, cada aplauso, cada grito compartido fue una forma de decir basta, de exigir respuestas concretas y de recordar que la indiferencia también mata.

La marcha en La Rioja fue parte de una movilización federal que se extendió a todas las provincias, mostrando que el reclamo por justicia trasciende las fronteras de Buenos Aires. En cada punto del país se repitió el mismo pedido: que el Estado actúe con urgencia frente a la violencia de género, garantice políticas de prevención y proteja la vida de mujeres y diversidades.

En la plaza riojana, el escenario estuvo cargado de simbolismo: entre feriantes, familias y jóvenes, resonó con fuerza un grito colectivo que no se calla. Fue una respuesta al dolor, pero también una afirmación de lucha: "No vamos a aceptar ni una muerte más".