Jenan Alskafi, una bebé palestina, murió el sábado en Gaza tras sufrir desnutrición y problemas digestivos que, según su médico, no pudieron tratarse debido al bloqueo total israelí que, según las agencias de ayuda, está minando la salud de toda la población.
La niña de cuatro meses necesitaba leche maternizada hipoalergénica —un producto normalmente común y ahora ausente en Gaza— para ayudarla con la diarrea crónica que le causaba desnutrición y la dejaba demasiado débil para combatir las infecciones, dijo su médico Ragheb Warsh Agha en el hospital de Rantissi, en el norte de Gaza, donde murió Jenan.
"Me han roto en mil pedazos", dijo la madre de Jenan, Aya Alskafi, al describir la muerte de su bebé, cuyo nombre significa "paraíso" en árabe y que, según su médico, perdió casi la mitad de su peso corporal en sus últimos días.
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Israel cortó la mayoría de los suministros a Gaza cuando comenzó la guerra el 7 de octubre de 2023 con un ataque de Hamás y, aunque permitió la entrada de más ayuda al enclave durante un alto el fuego a partir de enero, impuso un bloqueo total cuando se reanudó su devastadora y mortífera campaña militar en marzo.
La oficina del primer ministro de Israel no respondió inmediatamente a una petición de Reuters para que comentara los niveles de desnutrición en Gaza y las informaciones de que personas vulnerables, entre ellos niños que necesitan suplementos, habían muerto como consecuencia del bloqueo.
Cargos israelíes han afirmado que no creen que Gaza se enfrente a una crisis de hambre, que ha entrado suficiente ayuda para mantener a la población del enclave y que quieren impedir que lleguen suministros bajo el control de Hamás.
Israel también ha dicho que tiene previsto ampliar su campaña, lo que agravará la angustia de los gazatíes desplazados.
Con los campos de Gaza inaccesibles a los civiles y sus mares vedados a los pescadores, el territorio depende casi por completo de los alimentos procedentes del exterior, pero la última entrega que Israel permitió fue el 2 de marzo, el último día del alto el fuego.
Naciones Unidas y los organismos internacionales de ayuda advierten de la catástrofe que se avecina. La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) afirma que más de dos millones de personas —la mayoría de los 2,3 millones de habitantes de Gaza— sufren una grave escasez de alimentos.
La desnutrición afecta gravemente a niños, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas, al tiempo que retrasa la recuperación de pacientes con graves heridas de guerra, en un momento en que las reservas de ayuda están a punto de agotarse, según varias agencias.
"La situación empeora cada día. Tenemos entre 9.000 y 10.000 niños que reciben tratamiento por desnutrición", dijo Jonathan Crickx, jefe de comunicaciones de la agencia de la ONU para la infancia UNICEF.
El hambre es un problema especial porque, además de dificultar el desarrollo cognitivo y físico de los niños, debilita su sistema inmunológico, y casi todos los habitantes de Gaza carecen de hogar a causa de la destrucción provocada por la campaña militar israelí.
"Hay un gran montón de basura encima del que los niños escarban en busca de un poco de comida. Esto es extremadamente preocupante porque aumentará sin duda el número de niños que mueren de enfermedades prevenibles", afirmó Crickx.
El Ministerio de Sanidad de Gaza dijo que al menos 65.000 niños han mostrado síntomas de desnutrición y la oficina de medios de comunicación del Gobierno de Gaza afirmó que al menos 57 personas, en su mayoría niños, habían muerto a causa de la desnutrición desde que Israel cerró los pasos fronterizos el 2 de marzo. Ambos organismos están dirigidos por Hamás.
La oficina del primer ministro israelí no respondió inmediatamente a una petición de comentarios sobre las cifras.
Con información de Reuters