A 16 días del cierre de alianzas bonaerenses, el acuerdo entre el PRO y La Libertad Avanza empezó a sentir turbulencias. Los violeta piden más de lo que el macrismo está dispuesto a ceder en distritos propios de la provincia. La Casa Rosada quiere, para justificar la habilitación de un frente electoral, un pacto con todos los amarillos, no sólo con algunos.
El PRO reunió, de forma virtual, a los intendentes de Buenos Aires para intentar afinar los términos del acuerdo con los libertarios. El evento duró un poco menos de una hora y fue en buenos términos. En la charla, quedaron de manifiesto algunas cuestiones por resolver e inconvenientes centrales a la hora de pensar el entendimiento con el gobierno nacional.
En concreto, de los 13 municipios gobernados por el macrismo, de los cuales solo uno se ubica en el conurbano bonaerense, sólo en cuatro de ellos las conversaciones están avanzadas y transitan por un carril sólido. Se trata de Mar del Plata, Zárate, Pinamar y Arrecifes. En los nueve restantes, todavía hay un ítem por resolver: las pretensiones demasiado entusiastas de la Rosada.
Dentro de este gran grupo, hay cuatro distritos que están claramente identificados con los Macri y pueden ser los más firmes a la hora de pensar un acuerdo que respete su historia y representación. Se trata de Junín, 9 de Julio, Pergamino y Vicente López. Todos territorios en donde gobierna el PRO y La Libertad Avanza pretende comandar o ceder poco. Una propuesta que se ubica lejos de las pretensiones amarillas, como puede suceder en la cuarta y en la segunda sección electoral, de hacer valer su poderío local para liderar boletas seccionales y no solo municipales.
El problema es que La Libertad Avanza espera más que generosidad de parte de los macristas. Es que si bien están discutiendo la posibilidad de un frente electoral, los violeta consideran que ellos no se suman a un proyecto en marcha, sino a la inversa. Y, casi como si fuera un derecho de piso, los "nuevos" (en este caso los PRO) deberían abrir sus boletas y, al menos, entregar la mitad de los renglones.
Los libertarios, se analizó en la reunión del PRO bonaerense, están pidiendo mucho más de lo que, entienden, les correspondería. Y, para sumar complejidad , como viene contando El Destape, en alguno de esos municipios los intendentes macristas vivieron y sufrieron en carne propia la falta de voluntad de acuerdo por parte del gobierno nacional, que funcionó más como oposición que como aliado.
Ante la dificultad de resolver estos inconvenientes, el macrismo comandado por Cristian Ritondo reiteró el pedido de priorizar los 13 distritos que gobierna el partido amarillo, destacando que son solo 13 sobre un total de 135.
Frente a los problemas emanados de la voracidad libertaria, todavía no se descarta que algunos dirigentes PRO decidan no acordar con la Casa Rosada para pasar a sostener una alianza con otros ex aliados halcones y hacer valer su poderío en el territorio. Un escenario que, por supuesto, tampoco le es beneficioso a La Libertad Avanza que, según manifestó un dirigente vinculado al macrismo de los Macri, le conviene no encabezar pero colar muchos nombres en una lista amarilla que ir en soledad a competir con un armado consolidado.
Mientras la derecha se termina de organizar, el peronismo también aceleró los pasos de entendimiento y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, confirmó la convocatoria a una mesa que incluya a todos los sectores para delinear una lista de unidad, tal y como acordó con Cristina Kirchner.