Este viernes 8 de agosto, desde las 8.45 horas, se llevó a cabo el acto conmemorativo por el Día de las Unidades Penitenciarias de la Policía de Formosa en el Instituto Superior de Formación Policial, ex Escuela de Cadetes. La ceremonia reunió a autoridades provinciales, integrantes de la fuerza y representantes de distintas áreas vinculadas al servicio penitenciario.
El ministro de Gobierno, Justicia, Seguridad y Trabajo, Jorge Abel González, encabezó el evento y, en diálogo con la Agencia de Noticias Formosa (Agenfor), destacó que la Policía es un cuerpo con múltiples áreas de intervención, cada una orientada a un aspecto específico de la realidad. En ese marco, explicó que el ámbito penitenciario cumple un papel fundamental, ya que recibe a las personas privadas de libertad por disposición judicial, sean procesadas o condenadas.
González señaló que, si bien en muchas provincias las unidades penitenciarias dependen de organismos específicos, en Formosa esta función sigue bajo responsabilidad de la Policía por tratarse de una provincia joven. “Para nosotros es muy importante llevar adelante este acto, que fortalece el aspecto institucional del área penitenciaria dentro de la fuerza”, afirmó.
Recordó que la construcción de un sistema penitenciario provincial sólido requiere personal con formación técnica específica. Por ello, en 2007 el gobernador Gildo Insfrán impulsó la reforma de la currícula policial para incluir la Tecnicatura en Seguridad Pública. Con el tiempo, se creó también la Tecnicatura en Seguridad Pública con orientación Penitenciaria, destinada a formar profesionales especializados en esta área.
La iniciativa abarca tanto a oficiales como a suboficiales: actualmente, la provincia cuenta con 13 cohortes de suboficiales y ocho cohortes de técnicos en seguridad penitenciaria egresados, todos con capacitación enfocada en la labor carcelaria.
Formosa dispone de seis unidades penitenciarias, dos de ellas con subunidades: la Unidad N°4 en Clorinda y la Unidad N°2 en la capital. Entre los avances más relevantes, el ministro destacó la separación entre personas procesadas y condenadas y la ausencia de personas condenadas alojadas en comisarías, un logro reconocido recientemente por el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura, que inspeccionó las instalaciones hace pocas semanas.
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González subrayó que la política criminal debe orientarse a prevenir el delito y perseguir a los responsables, pero que el proceso penitenciario es igualmente crucial para la resocialización de las personas privadas de libertad. “Las cárceles deben ser ámbitos donde el interno pueda reflexionar, capacitarse y prepararse para su reinserción social”, afirmó.
En esa línea, resaltó las oportunidades educativas que se ofrecen en el sistema penitenciario provincial: desde la finalización de estudios primarios y secundarios hasta la posibilidad de cursar carreras terciarias y universitarias. Asimismo, los internos pueden acceder a programas de formación laboral y talleres de oficios que fortalecen sus posibilidades de reintegrarse al mercado laboral.
Uno de los ejemplos más significativos de estas iniciativas es el programa de talleres literarios, desarrollado junto al Ministerio de Educación, que el año pasado dio lugar a la publicación de un libro con producciones de internos e internas participantes. “Son acciones que, además de fomentar la creatividad, acompañan el proceso de transformación personal”, puntualizó.
El ministro concluyó remarcando que la meta es avanzar hacia la creación de un servicio penitenciario provincial autónomo, que conserve el compromiso humano y técnico desarrollado hasta ahora por la Policía. “Se trata de un trabajo serio y responsable, que proyecta un futuro donde el sistema penitenciario de Formosa sea un ejemplo de seguridad, formación y respeto por la dignidad humana”, cerró.