El gobernador de la provincia de Formosa, Gildo Insfrán, jerarquiza a la salud pública como uno de sus grandes pilares para el desarrollo de la ciudadanía formoseña. Uno de los centros especializados y únicos en la región, como el Hospital de la Madre y el Niño de Formosa, es un centro de saluda que afianza su posición como único especializado en cirugías neonatales de alta complejidad.
En los primeros seis meses del año, el equipo médico concretó 26 procedimientos quirúrgicos a 18 bebés, con resultados mayormente positivos y altas médicas en la mayoría de los casos. Al respecto, uno de los tres cirujanos pediátricos del equipo quirúrgico, Fernando Candia Canesín, valoró el trabajo coordinado que se realiza en la institución y dijo que la mayoría de los casos "evolucionaron favorablemente y fueron dados de alta".
Este tipo de cirugías, de alta complejidad neonatal, se realizan solo en el Hospital de la Madre y el Niño de Formosa. Actualmente está a cargo de tres cirujanos pediátricos y un equipo integrado por instrumentadores quirúrgicos, anestesiólogos, técnicos en anestesiología y enfermeros. El cirujano aseguró que durante estos seis meses todas las patologías que requerían algún tipo de tratamiento quirúrgico “fueron resueltas en el hospital y no hizo falta hacer derivaciones a otros centros de mayor complejidad”.
Una institución clave para los tratamientos complejos
Entre las patologías atendidas, el profesional de la salud detalló atresia de esófago, atresia intestinal, hernia diafragmática congénita, perforación intestinal por enterocolitis necrotizante, enfermedad de Hirschsprung o aganglionosis. También, accesos vasculares para aquellos neonatos que tienen acceso venoso dificultoso y requiere medicación por sepsis (infección generalizada), como también nutrición parenteral, gastrosquisis (bebés que nacen con el intestino afuera por malformación de la pared abdominal), y malformación anorrectal (ano imperforado).
El cirujano recordó que el 18 de junio fue llevada a cabo la última intervención del primer semestre “a un recién nacido con 24 horas de vida, con diagnóstico de atresia yeyunal tipo 1", y relató: "Ya teníamos una sospecha en base a un diagnóstico prenatal, hecho mediante una ecografía. Los ginecólogos informaron que había una dilatación intestinal. Nació el bebé y en las primeras horas de vida presentó una serie de síntomas, ante lo cual, se le realizó un estudio de diagnóstico por imagen, de contraste y se detectó un colon disminuido en su calibre".
La intervención quirurjica se hizo a través de una incisión en el ombligo, y se le introdujo una cámara que confirmó la atresia y, posteriormente, el médico detalló que "se procedió a afinar el intestino y unir. El pacientito se encuentra estable, está extubado y en los próximos días ya va comenzar a alimentarse por boca. Está internado en el servicio de neonatología, al cuidado de los enfermeros y médicos que trabajan en ese sector, y se le hacen controles quirúrgicos diarios".
La importancia de la atención médica de calidad y gratuita
En general se observó que tras las intervenciones los pacientes suelen mostrar una evolución favorable, lo que les permite disfrutar de una buena calidad de vida. No obstante, se señaló que la aparición de secuelas es un hecho excepcional y que su ocurrencia depende directamente de la malformación específica y del tipo de resolución quirúrgica aplicada.
Este proceso colaborativo se inicia con la detección de una posible patología quirúrgica por parte de los ginecobstetras, quienes informan al equipo. Posteriormente, se establece comunicación con la familia para explicarles las diferentes patologías posibles y las opciones de tratamiento, proporcionando así un asesoramiento prenatal integral.
El equipo de cirugía infantil también se dedica a realizar tratamientos quirúrgicos en lactantes y pacientes pediátricos, centrándose primordialmente en la corrección de malformaciones originadas en la etapa neonatal. Por ejemplo, en casos de bebés nacidos con ano imperforado, se procede inicialmente con una colostomía. Aproximadamente a los seis meses, se realiza una anorrectoplastia sagital posterior para corregir la malformación, culminando finalmente con el cierre de la colostomía.