Con la llegada de las altas temperaturas, el consumo eléctrico en La Rioja se dispara y, en paralelo, crece la importancia de un esquema de subsidios provinciales que impacta de lleno en las boletas de la empresa estatal de electricidad.
Según datos oficiales, el 80% de los usuarios residenciales de la provincia reciben un descuento estatal en sus facturas de EDeLAr, lo que equivale a unas 135.000 viviendas beneficiadas. El esfuerzo fiscal es significativo: el gobierno riojano destina entre $3.500 y $3.900 millones mensuales para sostener la medida.
El esquema explica por qué La Rioja ostenta el kilovatio más barato del país, aunque con una aclaración importante: el beneficio no se extiende a los sectores industriales y comerciales, que deben afrontar la tarifa plena.
En verano, el consumo promedio por hogar supera los 650 kilovatios mensuales, impulsado por la demanda de equipos de refrigeración. A partir de ese nivel, el excedente deja de estar subsidiado, por lo que los hogares de mayor consumo terminan pagando montos sensiblemente más altos.
Con este sistema, la provincia busca amortiguar el impacto de la inflación y del calor extremo sobre los bolsillos, en un contexto de creciente tensión energética a nivel nacional.
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El mantenimiento de subsidios
Durante el invierno, el aumento en el consumo energético en La Rioja generó preocupación por la presión sobre el sistema eléctrico y el impacto del tarifazo nacional en los hogares. En este contexto, Jerónimo Quintela, titular de EDELAR, detalló la situación actual del servicio, los esfuerzos provinciales para contener los costos y las consecuencias de los recortes nacionales, en especial sobre el esquema de subsidios.
En comunicación con medios locales, Quintela explicó que la demanda energética crece considerablemente en los meses fríos, particularmente en las zonas del norte y oeste de la provincia, donde las temperaturas descienden más abruptamente. Esto genera un mayor requerimiento de potencia y, en consecuencia, un uso más intensivo de calefactores, termotanques eléctricos y sistemas de aclimatación que, si no se regulan adecuadamente, disparan el consumo eléctrico en los hogares. “Pedimos a las familias que mantengan hábitos de consumo responsables, como usar los calefactores solo cuando estén en el ambiente o cerrar los espacios para conservar el calor”, expresó.
Pese a este contexto complejo, el titular de la distribuidora energética riojana destacó que la provincia realizó importantes inversiones en los últimos años para mejorar el sistema eléctrico. “Se ha trabajado mucho desde las distribuidoras, desde la Provincia y desde empresas externas. Lamentablemente, en los últimos dos años se suspendieron obras claves, pero en líneas generales estamos mejor que el año pasado”, afirmó.
Uno de los puntos más críticos abordados por Quintela fue la cuestión de los subsidios. Actualmente, el Estado provincial aplica descuentos de entre el 55% y el 75% para los niveles de ingresos bajos (N2) y medios (N3). “A mayor consumo, menor subsidio. Y si uno pertenece al nivel de ingresos bajos, el porcentaje de ayuda es mayor. Esto es fundamental para que muchas familias puedan sostener el servicio”, explicó. Sin ese apoyo, las boletas que hoy rondan los $20.000 o $30.000 podrían escalar hasta superar los $100.000. “Una boleta de $30.000 puede multiplicarse por nueve o diez sin subsidio. Hablamos de $270.000 para un hogar de ingresos medios”, señaló con preocupación.