Desde el próximo jueves 5 de junio, el boleto del transporte urbano en la ciudad de La Rioja pasará de $450 a $600. Así lo confirmó la secretaria de Transporte, Alcira Brizuela, quien detalló que se trata de una “actualización mínima” frente al desfasaje de costos que arrastra el sistema y al mismo tiempo subrayó que, la provincia igual continua ofreciendo la tarifa más baja del país para el transporte urbano. Esto es sin contar el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde rigen subsidios nacionales que ya no alcanzan al interior.
“Hace seis meses que no se actualizaba la tarifa, y recién ahora se incrementa $150”, explicó Brizuela en comunicación con medios locales. Además, señaló que esta medida también se aplicará en la ciudad de Chilecito, aunque sin afectar por el momento al transporte interurbano, donde operan en su mayoría empresas privadas. En ese sentido, aclaró que esa actualización será abordada más adelante.
El incremento responde, entre otros factores, a los aumentos sostenidos del combustible, a los gastos de mantenimiento de las unidades y al impacto inflacionario general. No obstante, la funcionaria fue categórica: “Según nuestros estudios, sin subsidios, el boleto debería costar alrededor de $2.000 en La Rioja”. El cálculo se basa en el índice de pasajeros por kilómetro (IPK), sumado a los costos operativos de la empresa estatal Riojabús, que presta el servicio en la capital y en varias localidades del interior.
Con subsidio provincial
Brizuela advirtió que la brecha entre lo que se paga actualmente y lo que debería costar el boleto si se eliminaran los aportes estatales evidencia el esfuerzo del Gobierno provincial por sostener el servicio sin trasladar todo el peso a los usuarios. “Hoy, sin la ayuda del Gobierno, los riojanos tendrían que estar pagando más de 2.000 pesos por cada viaje. Eso es inviable”, remarcó.
El Estado provincial aporta una suma significativa para mantener en funcionamiento las 93 unidades del servicio de transporte urbano e interurbano. Solo entre enero y mayo de este año, el gobierno riojano destinó más de $4.500 millones a la empresa Riojabús, en el marco de una política pública orientada a garantizar la movilidad urbana y proteger el bolsillo de los sectores más vulnerables.
En ese marco, se mantienen también los beneficios sociales, como el boleto estudiantil gratuito y el descuento del 40% para jubilados, tanto en capital como en Chilecito. Estos beneficios seguirán vigentes pese a la actualización tarifaria.
Consultada sobre la posibilidad de que el servicio pase a manos privadas o al ámbito municipal —como ocurrió años atrás con el desaparecido Monibus—, la funcionaria fue contundente: “Ninguna empresa privada podría operar sin subsidios cobrando una tarifa accesible. El Estado hoy es imprescindible. Si se vendiera Riojabús, habría que cobrar 2.000 pesos el boleto solo para no tener pérdidas, no para generar ganancia”.
Brizuela también apuntó contra la política del Gobierno nacional, que retiró los subsidios al transporte en las provincias y promueve un modelo de ajuste que pone en riesgo la prestación de servicios básicos. “Si viniera alguien con esa mirada, como la de Martín Menem, que busca achicar el Estado, lo primero que haría sería cerrar Riojabús y dejar a miles sin transporte o con tarifas impagables”, sostuvo la funcionaria. También cuestionó los despidos en organismos nacionales y la falta de una alternativa laboral real para quienes pierden sus empleos. “Muchos se reinventan como choferes de Uber o delivery, pero sabemos que eso no alcanza para sostener una familia”, advirtió Brizuela.