Durante junio, las exportaciones de vino de La Rioja registraron una caída interanual del 14,8%, según el informe mensual del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) al que accedió Economía Riojana. Esta caída se da en medio de distintas medidas que perjudican la industria nacional, sumada a la deuda millonaria que mantiene Nación con la provincia, afectando la capacidad productiva de La Rioja
Durante el mes pasado, la provincia despachó al exterior 3.600 hectolitros (hl) de vino, frente a los 4.227 hl exportados en igual período de 2024. En términos monetarios, estas ventas representaron ingresos por u$s 694.000. A nivel nacional, Mendoza lideró el ranking de exportadores con 147.634 hl comercializados, mientras que La Rioja se ubicó en el segundo puesto, seguida por San Juan con 3.302 hl y Salta con 1.864 hl.
Cabe destacar que, durante el mes de abril, la provincia registró un fuerte crecimiento del 60,9% en abril de 2025 en comparación con el mismo mes del año anterior. Con estos números, La Rioja se posicionó como la segunda provincia exportadora de vinos del país, solo por detrás de Mendoza, que lideró el ranking con 153.696 hectolitros exportados. San Juan ocupó el tercer lugar con 5.128 hl y Salta el cuarto con 3.480 hl.
La preocupación del sector olivícola
El presidente de la Cámara de Industriales Olivícolas, José Hilal, advirtió sobre la preocupante caída en la recaudación del sector olivícola en La Rioja, afectado por la combinación de una baja producción y la volatilidad del mercado internacional.
Hilal explicó que los precios de la aceituna y del aceite de oliva en Argentina están sujetos a las variaciones externas, lo que obliga a los productores locales a adaptarse constantemente. “Tenemos que tener la cintura suficiente para ir amoldándonos a las situaciones. Son épocas de estar muy alerta y tomar las decisiones adecuadas”, señaló.
En relación con la producción provincial, detalló que este año La Rioja alcanzó entre 30 y 35 millones de kilos de aceitunas de mesa y entre 50 y 60 millones de kilos para aceite, cifras muy por debajo del potencial productivo. “Una buena cosecha debería estar entre los 60 y 70 millones de kilos, estamos por debajo de la mitad”, remarcó.
Si bien la caída en la producción de aceite es menor, el dirigente enfatizó que la situación requiere del sector estrategias urgentes para sostener la rentabilidad y garantizar el desarrollo de la actividad.
De acuerdo a la Federación Olivícola Argentina (FOA), la actividad ocupa a unos 6.000 trabajadores permanentes y cerca de 43.000 temporarios durante la época de cosecha. En los últimos dos años, el volumen producido se incrementó a pesar de una reducción en la superficie cultivada, y dos tercios del total se destinaron a la elaboración de aceite de oliva. Actualmente, hay cerca de 2.000 explotaciones olivícolas con destino a aceite y unas 1.800 orientadas a aceitunas en conserva.