Un grupo de pediatras estadounidenses desaconseja el uso rutinario de un fármaco para el autismo

31 de octubre, 2025 | 09.02

La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) anunció el viernes que no recomienda el uso rutinario de leucovorina -una forma de vitamina B9- en niños con autismo, citando la falta de pruebas sobre los beneficios y riesgos del tratamiento para apoyar su uso generalizado en esta población.

El anuncio se produce tras una avalancha de pedidos de padres deseosos de probar el tratamiento después de que las autoridades sanitarias estadounidenses promocionaron el fármaco, que tiene décadas de antigüedad, en una conferencia de prensa celebrada en la Casa Blanca el 22 de septiembre y centrada en las causas y los tratamientos del autismo.

El medicamento genérico, desarrollado originalmente por GSK, es una forma de ácido folínico que se utiliza actualmente en personas sometidas a quimioterapia, pero puede recetarse fuera de indicación para otros usos.

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La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) informó que inició el proceso de aprobación del fármaco para personas con una enfermedad genética rara llamada deficiencia cerebral de folato que puede causar síntomas similares al autismo, basándose en un análisis de datos publicados sobre unos 40 casos que mostraron un beneficio.

La agencia también mencionó el uso potencial del tratamiento en individuos con autismo, pero advirtió que los datos disponibles para esta población son limitados y dijo que se necesitan estudios adicionales para evaluar su seguridad y eficacia.

La doctora Kristin Sohl, experta en autismo de la Universidad de Misuri que trabajó en la guía, dijo que aunque la FDA pretende aprobar la leucovorina para una enfermedad neurológica rara, existen "pruebas muy limitadas" para su uso en el autismo, lo que lleva a la AAP a desaconsejar una recomendación amplia para su uso.

Sohl dijo que el objetivo de la AAP es ayudar a los pediatras a hablar con los padres sobre la evidencia detrás del tratamiento e instó a la toma de decisiones compartida, pero reconoció que hay muchas incógnitas.

"No sabemos para quién se supone que funciona este medicamento. No sabemos si es seguro. No sabemos con qué dosis empezar", dijo. "Si es algo que puede ayudar al desarrollo de un niño autista, estupendo, pero tampoco queremos limitarnos a echarle cosas a alguien porque no sabemos qué más hacer".

(Editado en español por Carlos Serrano)