El gobierno del flamante presidente Rodrigo Paz hizo un nuevo gesto de la radicalidad del cambio que supondrá su gestión. Junto al ministro de Economía José Gabriel Espinoza anunció la eliminación de cuatro impuestos, entre ellos a las grandes fortunas, al argumentar que "descincentivaron la inversión privada".
"Estos cuatro impuestos no representan más del 1 % de la recaudación fiscal. Sin embargo, han generado una serie de contradicciones y problemas en el ámbito de negocios", defendió Espinoza la medida, que cambia un giro en el rumbo del nuevo gobierno en relación a los más de diez años de mandato del Movimiento al Socialismo (MAS). Espinoza afirmó que el impuesto a las grandes fortunas supuso "una salida de capitales de Bolivia y un desincentivo muy fuerte a las inversiones extranjeras en el país", lo que también generó "más costos para el Estado". Según el ministro, estos impuestos "ni siquiera alcanzan a cubrir el costo administrativo de su recaudación".
Además del impuesto a las grandes fortunas, el Gobierno anunció la eliminación del tributo a las transacciones financieras (ITF), al juego y a las promociones empresariales. Para avanzar en este sentido, Paz enviará proyectos de ley al Congreso.
Paz señaló que esta medida apunta a dar "señales no solo nacionales", sino "internacionales" sobre la economía boliviana. El Gobierno prevee solucionar por esta vía varios de los problemas económicos acuciantes: la escasez de dólares, la falta de combustibles y la inflación en ascenso. El mandatario mencionó que, por ejemplo, el impuesto a las grandes fortunas creado durante la gestión de Luis Arce (2020-2025) "ahuyentó más de 2.000 millones de dólares que se invertían en Bolivia" y que "se fueron a otros países como Paraguay"
El impuesto a las grandes fortunas y transacciones financieras
El impuesto a las grandes fortunas fue creado en diciembre de 2020 al unísono con otros países que optaron por el mismo camino como una vía para hacer frente a la crisis provocada por la pandemia del Covid-19. Fue durante la gestión del presidente Luis Arce y se aplica a quienes tienen patrimonios mayores a los 4,3 millones de dólares, con un carácter anual y confidencial y tributos variables con alícuotas de 1,4; 1,9 y 2,4 %, según el patrimonio.
en cambio el Impuesto a las Transacciones Financieras fue creado durante la Presidencia de Carlos Mesa (2003-2005) para bajar el déficit fiscal y debía aplicarse sólo por dos años, pero fue ampliado por los siguientes Gobiernos y continúa vigente. Este impuesto grava las operaciones en moneda extranjera, con una alícuota que fue variando desde su creación y actualmente es de 0,30 %.
En su momento, el Gobierno de Evo Morales (2006-2019) justificó la ampliación del ITF para profundizar su política de "bolivianización" de la economía nacional, si bien luego el mismo ex presidente y expertos sugirieron eliminarlo ante la falta de dólares que persiste en el país desde 2023.
El impuesto al juego se creó en el Gobierno de Morales y establece una alícuota del 30 % para juegos de azar y sorteos y de 10 % para las promociones empresariales.
Con información de Reuters
