El desgarrador testimonio de un periodista palestino que denunció que guardias israelíes lo violaron

El periodista palestino Sami al-Sai rompió el silencio tras meses de tormento. En una entrevista exclusiva con el medio Middle East Eye, relató con detalles escabrosos cómo fue sometido a torturas y abuso sexual por parte de guardias israelíes durante su detención.

18 de diciembre, 2025 | 16.04

Sami al-Sai, un periodista palestino detenido en febrero de 2024, contó el maltrato que sufrió dentro de una prisión israelí. En una entrevista exclusiva con Middle East Eye, al-Sai describió con crudeza cómo fue torturado y violado por sus captores, en lo que define como una práctica sistemática y no un hecho aislado.

Todo comenzó tras un breve chequeo médico. "'Todo está bien. Llévenselo', dijo el doctor", recordó al-Sai. Según su testimonio citado por Middle East Eye, los guardias lo arrastraron a una habitación separada donde, durante casi una hora lo golpearon, pisotearon e insultaron mientras tenía los ojos vendados. El tormento culminó con una violación perpetrada con un objeto, mientras los soldados miraban, reían y, según cree la víctima, filmaban la escena.

"Es difícil hablar de esto, pero quedarse callado es peor", confesó al-Sai. El periodista aseguró que su sufrimiento "es una gota en el océano" comparado con lo que escuchó de otros compañeros de celda. Relató que, tras ser arrojado al suelo y desnudado de la cintura para abajo, comenzó la golpiza. "Sentí que estaba cerca de la muerte", dijo. Momentos después, se concretó el abuso sexual. "Traté de resistir... eso solo empeoró el dolor. Finalmente, me rendí", narró.

Mientras gritaba de dolor, los guardias se burlaban. Uno de ellos le dijo: "Eres periodista. Traeremos a todos los periodistas y les haremos esto. Traeremos a tu esposa, a tus hermanas, a tu madre y a tu hijo". Entre los prisioneros, este tipo de ataque brutal al llegar al penal se conoce cínicamente como la "fiesta de recepción".

La investigación de Middle East Eye incluye otro testimonio anónimo igual de aterrador. Un ex prisionero, identificado bajo el seudónimo de "Halim Salem", denunció que los guardias utilizaron un perro para violarlo. El ataque ocurrió a las 4 de la mañana. Tras ser golpeado y obligado a arrodillarse con la cabeza en el inodoro, Salem relató lo impensable: "El perro me montó y me violó. Sentí el pene del perro. Rogué, grité, traté de tensar mi cuerpo para detenerlo". Según su relato, los guardias lo golpearon por "molestar al perro" con sus gritos.

El Ejército israelí ya mató más de 70.000 palestinos en Gaza.

Un sistema de tortura

Las denuncias de al-Sai y Salem coinciden con reportes de organismos internacionales. La organización israelí de derechos humanos B’Tselem calificó al sistema penitenciario como una "red de campos de tortura". A principios de este año, una investigación de la ONU acusó a Israel de utilizar la violencia sexual como "un método de guerra".

A pesar de la negativa del Servicio Penitenciario de Israel, que rechazó "categóricamente" las acusaciones ante la consulta de Middle East Eye, los testimonios se acumulan. "Somos personas reales, con nombres reales. Somos un testimonio vivo para que el mundo lo vea", sentenció Salem.