Alemania celebró elecciones anticipadas este domingo y la primer lectura posible es que el país ha dado un claro giro a la derecha. No sólo por la elección histórica que hizo la fuerza de ultraderecha Alternativa por Alemania (AfD), que duplicó sus votos desde el 2021 y quedó en segundo lugar con el 20%, sino porque los conservadores de la CDU de Friedrich Merz consiguieron ganar con el 28,5%, pero quedaron muy lejos de ser lo que eran durante los tiempos de Ángela Merkel.
A diferencia de la política de la CDU de fronteras abiertas que supo defender por un tiempo Merkel, en esta campaña, Merz prometió un giro radical en economía y migración y hasta buscó el apoyo de AfD en este tema en una moción no vinculante. El golpe más fuerte lo tuvieron los socialdemócratas (SPD) que hicieron la peor elección en décadas y quedaron en tercer lugar con el 16% de los votos.
Los números disponibles hasta el momento son de boca de urna pero reconocidos por todas las fuerzas electorales.
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Con este panorama, a los conservadores no les queda más alternativa que reeditar la siempre incómoda gran coalición de Merkel con la socialdemocracia. Minutos después de que se conocieran los resultados, Merz, que esperaba superar el 30%, afirmó la necesidad de "negociar" una coalición "rápido" y mostrar un país fuerte. "Tenemos que mostrar que Alemania vuelve a estar gobernada de manera segura y confiable. El resultado es claro. Ahora podemos celebrarlo y a partir de mañana temprano vamos a empezar a trabajar", festejó el conservador y expresó su deseo de contar con un solo socio de gobierno. Resta saber quién ocupará el lugar del canciller saliente y candidato socialdemócrata en esta elección, Olaf Scholz, quien ya aseguró que no será parte de las negociaciones con la CDU.
La elección más convocante desde 1991
Otra novedad de estos comicios fue el récord histórico de participación que alcanzó el 84%, la cifra más alta desde la reunificación del país en 1990. Seis puntos más que en la elección general de 2021 que forjó el armado de la coalición "semáforo", la alianza entre los socialdemócratas, Verdes y Liberales, que terminó de derrumbarse hace sólo unos meses. Varios analistas vinculan el alza en la participación a la buena performance de la ultraderecha y no tanto a un temor a ella.
En otras palabras, sectores que no suelen participar de las eleciones, salieron a votar y eligieron la opción más radical.
Por eso la co-líder del partido de claro perfil neonazi, Alice Weidel, celebró lo que fue la mejor elección que hicieron desde su lanzamiento en 2013. Ya habían tenido un buen test electoral en las elecciones regionales del año pasado, cuando ganaron en Turingia y quedaron segundos en Sajonia. Ahora se consolidaron como la primera fuerza de oposición. El objetivo de Weidel es claro: correr la discusión política hacia su lado de la cancha haciendo uso de la retórica antimigración.
"Siempre tendremos la predisposición para formar parte de una coalición en el gobierno alemán. Haremos cumplir la voluntad del pueblo en un gobierno de este país", dijo la referenta de AfD, apoyada una y otra vez por el nuevo hombre fuerte del gobierno de Donald Trump en Estados Unidos y el multimillonario que hace poco hizo el saludo nazi en público, Elon Musk.
La apuesta de Weidel es a largo plazo y lo dejó en claro. Si no fue en esta elección, será más adelante, pero mientras tanto tilda al conservador Merz de haberle "copiado" su programa de gobierno. "¿Cómo vas a gobernar con los izquierdistas? Acá estamos nosotros", le dijo la co-líder de AfD a Merz en un debate que tuvieron por la televisión pública alemana, tiempo después de conocerse los boca de urna. "En los años siguientes vamos a sobrepasar a la CDU", prometió.
Merz, que intenta dejar atrás el coqueteo que tuvo con AfD para aprobar una moción en la Parlamento luego que un migrante afgano atacara y matara a dos ciudadanos alemanes, cerró la puerta a un acuerdo y ratificó el cordón sanitario para evitar un ascenso al poder de la extrema derecha neonazi. "No vamos a armar un gobierno con Alternativa por Alemania, aunque reconozco que la ciudadanía votó por ese partido. Pueden tendernos las manos que quieran, pero no vamos a hacer una política equivocada", sostuvo el ganador de la noche.
La sorpresa vino por izquierda
A pesar de haber tenido la banca de Elon Musk, la persona más rica del mundo, la plataforma X a su disposición, y el apoyo de la derecha radical en buena parte del mundo, AfD no se salió del 20% que proyectaban las encuestas. Es más, solo retuvo el caudal de apoyos que tenía hace un año.
La encuestadora Forsa, que hace un detalle pormenorizado del desempeño de todas las fuerzas electorales en los últimos años, muestra que AfD supo tener en enero de 2024 el mismo 20% de intención de votos que tiene hoy. Fue justo antes de que apareciera la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), con la candidata homónima que se define como "conservadora de izquierda" que parece haberle comido el electorado durante buena parte de los últimos meses hasta que se desinfló a fines del año pasado y que parece haber quedado afuera del Parlamento.
De modo que quien capitalizó el descontento con los socialdemócratas -cuestionados, principalmente, por la mala gestión de la economía- fue La Izquierda (Die Linke) que en 2021 había perdido escaños y no había superado el 5% de votos. Ahora sacó el 8,5%, según el boca de urna.
Los que parecen haber salido prácticamente indemnes de la crisis de la coalición "semáforo" son los Verdes que a penas perdieron el 1% de los votos en relación a la última elección y se mostraron dispuestos a ser parte del gobierno de los conservadores.
Los conservadores le cierran la puerta a Trump
Había mucha expectativa por la reconfiguración de la política exterior alemana, a partir de la vuelta del presidente Donald Trump a la Casa Blanca. El republicano desconcertó a la Unión Europea la semana pasada al mostrar un acercamiento a Rusia y dar un giro al manejo que la administración demócrata había tenido para con la guerra en Ucrania. La venia de Trump a Vladimir Putin corrió no sólo a Ucrania de la negociación por un acuerdo de paz sino también a la Unión Europa, que comprometió todos sus esfuerzos en ese conflicto. Además amenazó a la comunidad de los 27 países con aplicar aranceles al igual que lo hizo con China, México y Canadá.
Por ello, Merz dijo esta noche que su prioridad como canciller es que Europa consiga "independencia estratégica" de Washington en su defensa ante Rusia. "Estados Unidos se muestra relativamente indiferente al futuro de Ucrania", denunció en la ronda de debate de la televisión alemana. Minutos antes, Trump le había dedicado un elogioso tuit.