Estados Unidos decidió volver a impulsar la aplicación de la pena de muerte y no lo hizo con cualquier caso: apuntó contra Luigi Mangione, de 26 años. La cara del joven se viralizó en las redes sociales y se hizo famoso -casi como si fuera un héroe popular- cuando fue arrestado acusado de haber asesinado al CEO de la empresa de seguros de salud UnitedHealthcare, Brian Thompson. En total, enfrenta once cargos federales y cuatro estatales. “El asesinato fue premeditado, a sangre fría, que shockeó al país. Después de un cuidadoso análisis, pedí a los fiscales federales que exijan la pena de muerte en este caso”, sostuvo la fiscal general, Pam Bondi, en un comunicado.
La idea, dijo Bondi, es llevar adelante “la agenda del presidente (Donald) Trump para detener el crimen violento y hacer que Estados Unidos vuelva a ser seguro”. Además, consideró que “fue un acto de violencia política” y que “podría haber supuesto un grave riesgo de muerte para otras personas”.
Thompson fue asesinado a tiros frente a un hotel en Midtown Manhattan, Nueva York el 4 de diciembre. Mientras que la policía arrestó a Mangione semanas después en Pensilvania, al cabo de una intensa búsqueda a nivel nacional. El joven estaba en un Mc Donald’s y prácticamente en el instante sus fotos y su historial se viralizaron en las redes sociales, en donde lo consideraron más bien un justiciero antes que un asesino: lo festejaron por haber considerado el asesinato un reclamo contra las demoras y las trabas que los seguros de salud imponen a las y los usuarios para ser aceptados o atendidos.
Mangione, por su parte, se declaró inocente de los cargos estatales y todavía no presentó una declaración respondiendo a distintos cargos federales. Actualmente se encuentra a la espera de juicio en una prisión federal de Nueva York.
Esta decisión de la administración Trump está en línea con la campaña que hizo para llegar nuevamente a la Casa Blanca y retoma la política impulsada durante su primer gobierno, cuando retomó la implementación de la pena de muerte después de dos décadas con la ejecución de 13 personas en los meses previos a su salida del cargo.
Los cargos que enfrenta Mangione
Son 11 los cargos que las autoridades de Nueva York le imputaron a Mangione: un cargo de asesinato y dos cargos de homicidio, además de otros cargos por armas y falsificación. En caso de ser declarado culpable de los cargos estatales enfrentaría una pena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Además, el cargo de asesinato alega que mató al ejecutivo “como parte de un acto de terrorismo”, que legalmente se define como la intención de intimidar o coaccionar a la población civil o a una unidad gubernamental. Uno de los cargos de homicidio también alega que Mangione cometió el crimen “como un delito de terrorismo”.
La denuncia penal federal acusa a Mangione de asesinato con arma de fuego, dos cargos de acecho y un delito de portación de armas de fuego, imputaciones que condicen con la pena de muerte, a entender del Gobierno.
“Esta era vergonzosa termina hoy”, escribió Bondi, al anunciar que el Departamento de Justicia levantará la moratoria a las ejecuciones federales establecida durante la administración Biden. “De ahora en adelante, el Departamento de Justicia volverá a actuar conforme a la ley, incluso solicitando la pena de muerte en los casos pertinentes y ejecutándola con celeridad conforme a la ley”, apuntó.