Evelyn Matthei, la hija predilecta de la derecha chilena que sueña con ser Presidenta

Es la segunda vez que se postula a la Presidencia. La primera fracasó frente a una empoderada Michelle Bachelet. Luego, se retiró por dos años para volver como alcaldesa en 2016 y hoy quiere volver a intentarlo. Pero no es la única en carrera: la derecha presenta cuatro candidatos y ella no es la favorita.

24 de septiembre, 2025 | 00.05

Una mujer entre tres hombres. Para entender a Evelyn Matthei es necesario hablar del trío de varones que la formaron políticamente: su padre Fernando Matthei, Augusto Pinochet y Sebastián Piñera, su histórico compañero de militancia. Es la hija perfecta del sistema político trasandino: institucionalista, conservadora y defensora del consenso democrático del modelo chileno post dictadura. Defiende la represión de Pinochet, quiere multiplicar la cantidad de policías y militares en la calle, y propone una defensoría gratuita para los oficiales que tengan denuncias en su contra "por cumplir con su deber" porque considera "increíble que tengan que pagar sus propios abogados".

Evelyn nació el 11 de noviembre de 1953 en la ciudad de Santiago de Chile. Es la segunda hija del matrimonio de Fernando Matthei y Elda Fernández, casados dos años antes de que naciera. Fernando fue un reconocido aviador de la Fuerza Aérea Chilena (FACh), a la que ingresó en 1945. Fue además comandante en jefe durante la última docena de años de la dictadura de Augusto Pinochet (1978-1991) y, por lo tanto, parte de la Junta Militar en el mismo período. Antes había sido ministro de Salud del dictador entre 1976 y 1978. Acusado de haber participado de la represión de la dictadura, también se lo señala como parte responsable de los conflictos fronterizos con Perú y Argentina entre 1979 y 1980, etapa en la que Pinochet casi entra en guerra con ambos países.

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Durante la infancia de Evelyn, Fernando fue un militar ocupado en las tareas de la fuerza y de gobierno. Mientras tanto, ella se formó en el Colegio Alemán de Santiago, institución educativa privada fundada por migrantes alemanes en 1893, donde además adoptó el catolicismo como religión y rompió con la tradición luterana de su padre biológico. Estudió piano y teoría de la música, pasión que la llevó a mudarse a Londres junto a su familia entre 1974 y 1977 donde llegó a tocar "12 horas al día el piano", según reveló en la entrevista en el programa Pero con respeto, de la cadena Chilevisión que brindó en 2022.

En esa misma nota, contó entre risas que ella podría haber sido médica, pianista, diseñadora de jardines o cualquier otra cosa. Pero eligió la política, posiblemente por influencia de su padre. Sus primeros dos años en Londres los compartió junto a sus padres y hermanos hasta que el retorno a Chile de su papá hizo que toda la familia volviera, excepto ella, que prefirió seguir estudiando piano en la capital británica hasta 1977. Para ganarse la vida, trabajó como secretaria en la embajada chilena del Reino Unido, haciendo trabajos de traductora.

Evelyn Matthei junto a su padre, Fernando Matthei, general retirado y ex ministro de Augusto Pinochet.

En 1977, volvió a Santiago e ingresó al Instituto de Economía de la Universidad Católica de Chile, donde se graduó en 1979. A partir de ahí trabajó en la academia como docente universitaria y colaboró en investigaciones económicas, siempre ligada a la Universidad Católica y a los economistas afines al pinochetismo, quienes la formaron y acompañan hasta hoy.

En 1988, dio el salto a la política afiliándose a Renovación Nacional (RN), uno de los varios partidos que nacieron con el deseo de representar los ideales del dictador en caso de que volviera la democracia. Lo fundaron ex militantes de la Unión Demócrata Independiente (UDI), del Frente Nacional del Trabajo (FNT) y del disuelto Partido Nacional (PN), todas expresiones ultra derechistas y conservadoras que veían en Pinochet un "héroe nacional". Sergio Onofre Jarpa, fundador del FNT y uno de los creadores de Renovación Nacional en 1989, que también fue ministro de Pinochet entre 1983 y 1985, llegó a justificar el accionar represivo en una entrevista en 2002 para una revista chilena: “Las Fuerzas Armadas no podían seguir de brazos cruzados. No podían permitir que siguieran aumentando los grupos armados ilegales, para hacer efectiva la toma del poder por la lucha armada”, afirmó.

Hasta ese año, la joven Matthei estaba asociada a la figura de Pinochet y de su padre Fernando. Pero una vez que entró a Renovación Nacional conoció al tercer hombre que la acompañaría en su trayectoria política: Sebastián Piñera. Junto a él y a Andrés Allamand, otro derechista joven y en alza por aquellos años, conformaron "la patrulla juvenil" dentro de la RN, una línea interna del panteón político que se propuso desplazar a la conducción nacional del partido presidida por Onofre Jarpa. Lo lograron en 1990 cuando Allamand asumió como presidente del partido y la propia Matthei como vice. En ese mismo año asumió como diputada nacional hasta 1994.

Los jóvenes Evelyn Matthei y Sebastián Piñera, en un mitín de Renovación Nacional a finales de los '80.

Crecimiento político y escándalos públicos

En 1993, Matthei y Piñera fueron los precandidatos presidenciales por la RN, elección marcada por el Piñeragate, un escándalo que hizo viral una escucha telefónica en la que Piñera hablaba sobre cómo desacreditar a Matthei en la carrera presidencial. La propia Evelyn reconoció, semanas después, que ella hizo trascender el audio al declarar que lo obtuvo gracias a un radioaficionado que logró captar la conversación, cuestión que la Justicia desmintió: quien consiguió el audio fue el capitán Fernando Díez, amigo de su padre y miembro de las telecomunicaciones de la Fuerza Aérea. En noviembre, Matthei decidió dejar la carrera presidencial y abandonar la RN, acercándose a los diputados de la UDI aunque sin afiliarse. Se postuló como independiente para renovar su banca en el Parlamento, cosa que logró y se mantuvo en el cargo hasta 1998. En ese año asumió como senadora y, meses después, confirmó su ingreso a la UDI afiliándose al partido.

Como senadora, se puso al frente en 1998 de lo que fue el boicot chileno a las empresas españolas y británicas como medida de fuerza contra la detención de Pinochet en Londres, acusado por violaciones a los derechos humanos durante su régimen cuando recién comenzaron las investigaciones. Junto a la Pía Guzmán (militante de la RN) y Rosa González (periodista afiliada a la UDI), Matthei formó el Movimiento Femenino por la Dignidad Chilena, organización femenina de corte pinochetista que movilizó contra la embajada española contra la detención del dictador depuesto.

En 2006, renovó su banca como senadora por la UDI, cargo que ostentó hasta el 2011 cuando el recién ungido presidente Sebastián Piñera, su ex compañero de militancia de juventud en la RN, la convocó a ser parte de su gabinete como ministra de Trabajo, donde estuvo hasta 2013.

Evelyn Matthei, durante su juventud en Renovación Nacional.

Primera campaña presidencial, derrota con Bachelet y alejamiento

En 2013, la UDI se alió con la RN para competir juntos en las elecciones de 2014. Las conducciones nacionales de ambos partidos coincidieron en que Matthei fuera candidata, lugar que ella aceptó y se lanzó a la carrera. Renunció al gabinete de Piñera y se involucró en la carrera presidencial. Llegó al balotaje contra la candidata socialista Michelle Bachelet, contra quién perdió 63 a 37. Ese año se retiró de la política para dar clases en una escuela.

En 2015, anunció su vuelta, con una candidatura como alcaldesa de Providencia, elección que ganó y asumió finalmente el cargo en 2016, para luego ser reelecta en 2021 hasta 2024. Apenas abandonó la alcaldía confirmó su candidatura a la presidencia de Chile para este año.

Pensamiento político, controversias y un pasado que no la suelta

Matthei intenta desligarse, pero no puede. Sus últimos años de actividad política pueden resumirse con una sola palabra: confusión. Cuando confirmó que sería candidata este año, intentó en todas las entrevistas posibles desligarse de sus lazos históricos con los años de Pinochet. Desde decir "nunca fui pinochetista", como lo hizo en una entrevista en el programa de televisión chilena Llegó tu hora en 2018, la ex senadora no solamente confunde a su electorado sino también a su propio partido. Basta con revisar su archivo.

En 2010, la senadora Matthei impulsó junto con el senador Fulvio Rossi un proyecto para despenalizar el aborto terapéutico, lo que generó fuertes críticas dentro de la UDI. Aunque la propuesta fue rechazada en 2012, sus declaraciones en defensa de la iniciativa le valieron cuestionamientos de sectores conservadores y de la oposición.

La parlamentaria también tuvo cruces con diputados, ministros y periodistas. Entre 2012 y 2014 fue acusada de insultar a diputados y ministras, llegando incluso a protagonizar un altercado con la diputada Marta Isasi que fue grabado y viralizado. Sus discusiones no se limitaron al ámbito político: en plena campaña presidencial de 2013 se enfrentó duramente con un periodista en Antofagasta que la interrogaba sobre su programa de gobierno.

También en entrevistas públicas justificó el Golpe de Estado de 1973, como fue el caso de Radio Agricultura, cuando dijo que el golpe "era necesario porque íbamos camino a ser Cuba". Aunque este mismo año se disculpó por aquellas declaraciones, el episodio reavivó las críticas sobre su visión del pasado reciente de Chile.

Evelyn Matthei es el producto del modelo chileno parido el 11 de septiembre de 1973 y moldeado por la mano dura de Pinochet durante 18 años; por los valores de su padre, ministro y militar cercano a la figura del dictador; y por la viveza política de Sebastián Piñera, su amigo y compañero con el que compartió experiencias, se peleó y reconcilió, a tal punto que el día de su muerte en febrero de 2024, lloró ante las cámaras y lo definió como un hombre "profundamente humano" y "desconocedor del rencor".

A mitad de septiembre las encuestas la posicionaron en tercer lugar con el 19% de la intención de votos, detrás de la comunista Jeanette Jara que le saca diez puntos y del también conservador José Antonio Kast, que cosecha el 24% de la intención de voto. Sus vínculos con Piñera la posicionan como la candidata del sistema bipartidista chileno, que intenta resucitar después del estallido de 2019. Aunque sin muchas chances reales de ocupar el sillón de La Moneda, Matthei permanece como un actor imprescindible para la derecha chilena que quiere volver al poder.